RestauradaMuestra

Día 7: Caminando con esperanza

Versículo:

“Porque yo sé los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza”
— Jeremías 29:11 (NTV)

Esto no es el final.

Estos siete días han sido un recorrido profundo por mi corazón, un caminar paso a paso con Jesús he sentido cómo Jesús ha ido tejiendo mi corazón con paciencia y ternura, acompañándome en cada paso, incluso cuando yo no lo veía.
Cada lágrima, cada risa compartida, cada abrazo y cada acto de servicio han sido parte de Su obra perfecta, recordándome que Él siempre está presente, incluso en lo más cotidiano.

He aprendido que mi identidad no depende de lo que otros digan ni de lo que pierdo o gano, sino de Jesús y de Su fidelidad constante.
He visto cómo transforma la soledad en compañía, el dolor en enseñanza, la tristeza en propósito, y cada gesto de amor en oración viva.

Hoy puedo mirar atrás y sentir un lazo de gracia que atraviesa mi historia, sosteniendo y uniendo cada experiencia: Su amor que restaura, fortalece y da propósito.
Sé que no estoy sola, que mis heridas no definen mi historia, y que cada paso, por pequeño que parezca, está siendo usado para Su gloria.

El proceso ha sido paciencia, crecimiento y entrega, y todo ha sido parte de Su obra en mí, enseñándome a confiar plenamente en Su tiempo y en Sus planes.
Mientras continúo caminando, sirviendo, aprendiendo y esperando los planes que aún están por cumplirse, puedo descansar en la certeza de que Él sigue escribiendo mi historia con ternura, fidelidad y amor.

Y hoy, quiero decirte a ti que lees estas palabras: lo mejor está por venir.
Toma esto como parte de tu historia, no te desesperes ni te rindas. Cada dificultad, cada momento de espera y cada paso que das con fe son parte de Su obra en ti. Confía, porque Él nunca falla, y aunque no veas el final, Su amor y fidelidad están obrando detrás de cada momento.

A veces, cuando siento que todo es incierto, recuerdo la canción “Confío en Dios” de Elevation:

"Confío en Dios, mi Salvador,
que no fallará, nunca fallará".

No es solo una letra; es una declaración de fe que transforma mi corazón. Cada vez que la repito en mi interior, siento Su presencia renovando mi confianza, recordándome que Él cumple Sus promesas y está obrando incluso cuando no lo veo.

Recuerda: cada día tiene su propio afán, da un paso guiado por Él, y confía que cada momento está siendo usado para formar tu historia, tu corazón y tu fe.

Oración:
Señor, gracias por caminar conmigo en cada paso, por enseñarme a confiar, a sanar y a servir. Gracias por mostrarme mi valor en Ti y rodearme de personas y experiencias que reflejan Tu amor. Ayúdame a seguir caminando contigo, a recibir Tu paz, a servir con corazón, a esperar con paciencia y a confiar en Tus planes perfectos para mi vida.
Amén.

Verdad bíblica:
Dios restaura, sana y da propósito. Cada momento difícil, cada relación, cada acto de servicio, cada esfuerzo paciente es parte de Su obra en ti. Confiar en Él transforma la historia y nos permite caminar con esperanza, alegría y paz.