Firmes en Su Palabra

Toda la Palabra de Dios está escrita para conocerle y acercarnos a Él. En ella encontramos bellas promesas en las que podemos confiar. Dios no olvida Su Palabra; podemos orar Sus promesas sabiendo que Él responderá.

Su Palabra nos vivifica y nos da consuelo. Leerla nos recuerda lo que Dios tiene y quiere para nosotros. Ella es nuestro refugio y nuestra fortaleza.

Siempre habrá quienes se burlen de los que amamos la Palabra. Buscarán alejarnos o minimizar su grandeza. Aun cuando nos ataquen, permanezcamos firmes y fieles. Que nada nos aparte de Su Palabra ni nos haga dudar de ella.

Dios es el mismo eternamente; Sus juicios y Su defensa hacia Sus hijos no cambian. Él nos ama y nos guarda si le honramos. Sabiendo esto, ¿cómo podríamos vivir sin Él o alejarnos de Su Palabra? Que este conocimiento nos impulse a orar e interceder por la propagación del evangelio, especialmente donde haya oposición.

Estamos de paso en esta tierra, y conocer Su Palabra nos da motivo de cantar. Sabemos por ella hacia dónde vamos y con quién estaremos. En la noche, en la quietud de mi hogar, me acordaré de Ti y meditaré en Tu Palabra. En los momentos de oscuridad, recordar a nuestro Padre y lo que ha hecho por nosotras nos fortalece para esperar, guardar y confiar en todo lo que ha escrito para nosotros.

Somos bendecidas al obedecer Su Palabra, al no ser solo oidoras, sino hacedoras. Actuar conforme a lo que está escrito nos trae felicidad y nos acerca a la voz de nuestro amado Dios.