Tesoros en Su Palabra

Dios nos ha tratado mejor de lo que merecemos porque nos ama. Nos dio libertad, perdón y justificación.

Necesitamos que Él nos enseñe buen juicio y sabiduría. Ya conocemos Su Palabra, pero estas nos guiarán a salir en triunfo en el servicio de Dios.

Antes de ser llevadas a enfrentar pruebas, a veces estamos cómodas en caminos equivocados. Pero llega el momento en que lo dejamos todo por Dios y comenzamos a guardar Su Palabra.

Es hermoso reconocer Su bondad. Una forma de ser agradecidas es siguiendo Su Palabra y buscando Su enseñanza.

Seremos acusadas por obedecer a Dios, pero que el guardar Sus mandamientos esté siempre en nuestro corazón. Su Palabra nos mantendrá firmes, aun cuando otros busquen hacernos retroceder. El evangelio puede provocar enojo en otros, pero eso no debe hacernos desistir. Recibiremos insultos por guardar Su ley, pero sigamos adelante por amor a Dios.

“Bueno me es haber sido humillada, para que aprenda tus estatutos". Comprendemos esto en la práctica, pero Dios es bueno y Su bondad nos lleva a conocerle y adorarlo. Como dijo Spurgeon:
“Yo, por mi parte, le debo más, pienso, al yunque y al martillo y al fuego y al fichero, que a cualquier otra cosa. Bendigo al Señor por las correcciones de su providencia; las dulces y las amargas son bendiciones de sus manos".

Tanta sabiduría, tesoros escondidos, vida, amor de Dios, salvación, Sus leyes morales… todo esto es nuestro mayor tesoro. ¿De qué sirve la riqueza si no tenemos a Dios? En Él encontramos paz, sabiduría, amor y todo lo que el mundo no puede dar.