Buscando Su Rostro

El Señor es todo lo que tenemos. Obedecer Su Palabra por gratitud nos recuerda que Dios es nuestro tesoro y todo para nosotras.

Buscar el rostro de Dios es experimentar Su favor. Cuando le amamos, amamos buscar Su presencia, anhelamos la misericordia prometida y confiamos en Sus promesas.

Anhelemos Su presencia y busquemos Su rostro a través de la Palabra. Que Dios nos dé la oportunidad de examinar nuestra vida, reconocer nuestros caminos y volver a Él cuanto antes. Cuanto más rápido nos volvamos a Dios, mejor será nuestro caminar. No nos apresuremos por caminos equivocados; mantengámonos firmes en el correcto.

Que nada ni nadie nos haga olvidar Su Palabra. Estemos firmes y fieles en quien creemos y confiamos. Aprovechemos nuestro tiempo para alabar a Dios, ocupando nuestro alma y cuerpo en adoración día y noche.

Disfrutemos, amemos y compartamos con aquellos que aman la Palabra de Dios. Recordemos que todos estamos en construcción; aunque tengamos defectos, llevamos la imagen de Cristo, quien murió por nosotros.

Cuando conocemos la Palabra y buscamos el rostro del Señor, descubrimos Su misericordia, Sus bendiciones y Su propósito para nuestra vida.

Sigamos deseando conocer más y más Su Palabra, para vivir plenamente en Su amor y verdad.

Memoriza el Salmo 27:8