¿Estás en pijama o vestido con la armadura de Dios?Muestra

Escudo de la fe
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno” (Efesios 6:16, RVR1960). En este escenario, el escudo nos ayudará a frenar los dardos que el adversario lance contra nosotros. Sin embargo, en términos literales, el adversario no nos va a lanzar dardos reales, sino que, al aludir a este objeto mortal, se hace referencia a las estrategias que el adversario emplea como: pensamientos negativos, presión social, ideologías, distracción, miedo, incertidumbre, entre otros. Esto con el fin de que fracases en las pruebas de lealtad que Dios nos pone. En la Biblia, se muestra un caso evidente de un individuo que optó por usar el escudo para superar el desafío. A continuación, analizaremos la prueba de este individuo:
“Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios” (Mateo 14: 25-33, RVR1960).
Pedro levantó brevemente el escudo de la fe. No lo hizo literalmente, pero este ejemplo nos va a ayudar a comprender cómo podemos usar el escudo.
Bueno, el primer dardo que lanzó el enemigo a los discípulos fue el miedo, mismo dardo que acertó a todos excepto a Pedro, ya que él se protegió con escudo (fe).
Segundo dardo, duda: Pedro le dijo a Jesús que si era él, le ordenara que bajara de la barca para caminar sobre las aguas, a lo que Jesús accedió y se lo ordenó. Al instante, Pedro no dudó y descendió inmediatamente. Justo en ese momento, Pedro nuevamente esquivó el segundo dardo con su escudo.
Tercer dardo, distracción: Desafortunadamente, Pedro se distrajo con el fuerte viento y, justo cuando soltó el escudo, el enemigo volvió a lanzar los dos primeros dardos, provocando en él miedo y duda, y resultando en su hundimiento en el agua. Sin embargo, el Señor es leal; extendió su mano para rescatarlo.
Pero ¿qué es la fe? “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Confiamos en que Jesús nos dará la victoria, a pesar de que aún no la hayamos presenciado, pero la anticipamos.
Llegará el momento en que debamos dar ese paso o salto de fe, tal como Pedro y otros lo hicieron, para demostrar nuestra lealtad a Dios en la prueba.
Jesús traza la ruta hacia la victoria, pero es nuestro deber dar el siguiente paso para avanzar junto a él. Van a haber obstáculos y dardos que te persigan y, si en algún momento tropiezas en el camino, Jesús te va a levantar; por lo tanto, si tenemos fe en él, vamos a ser más que vencedores (Romanos 8:37). Amén.
Acerca de este Plan

A través de este plan devocional, entenderás las partes fundamentales de la armadura de Dios y su significado, así como la manera de vestirte con ella para aplicarla en tu vida como cristiano y triunfar diariamente.
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Nos gustaría agradecer a Eduardo Barrera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.facebook.com/centrocristianopalmillas









