¿Estás en pijama o vestido con la armadura de Dios?Muestra

No estoy seguro de si has presenciado a los militares que patrullan en tu país. Numerosos de ellos portan un uniforme con un camuflaje que los ayuda a integrarse al ambiente para no ser vistos por el enemigo, un chaleco para resguardarse de los impactos de balas, un casco balístico para resguardar el órgano más vital, que es el cerebro, botas para andar en cualquier terreno hostil y, sobre todo, un fusil para protegerse del enemigo.

El equipamiento táctico del soldado moderno tiene mucho en común con el de los hijos de Dios, pero con una amplia diferencia: nuestra lucha no es contra carne ni sangre (Efesios 6:12) y nuestras armas no son para matar, sino para dar vida.

A continuación, examinaremos cada parte de la armadura que Dios nos dio para luchar en la buena batalla.