Jonás: Un pez grande, un Dios más grandeMuestra

Sigue el ejemplo de Jesús
¿Por qué se molestó Dios con Jonás, el profeta fugitivo, rebelde y engreído? Cuando Jonás “huyó del Señor” (Jonás 1:3 NVI), ¿por qué Dios no lo dejó simplemente huir? ¿O dejarlo ahogarse en la tormenta? ¿Por qué Dios no les dijo a los ángeles que buscarán un nuevo profeta? Simple. Porque Dios ama a “esas personas”.
Tuve que esforzarme en entender ese punto a principios de este año. Recientemente, recibí una solicitud para hacer una entrevista con un grupo cristiano cuyas páginas de redes sociales me incomodaron. Publicación tras publicación trataba sobre “esas personas” que son el verdadero problema en mi país. Artículo tras artículo hablaba sobre “esas personas” cuyos pecados están destruyendo esta nación. Se sentía tan farisaico que quería mantener mi distancia de tales personas.
Pero un día caí en cuenta. ¿Estoy haciendo lo que Jesús hizo? Cuando un recaudador de impuestos invitó a Jesús a cenar y sus amigos que rompían las reglas estaban en la mesa, ¿qué hizo Jesús? Él fue. Comió. Habló la verdad, y la habló con amor. Y cuando un fariseo invitó a Jesús a cenar y sus amigos que cumplían las reglas pero eran increíblemente críticos estaban en la mesa, ¿qué hizo Jesús? ¡También fue allí! ¡También comió allí! ¡También habló la verdad, y la habló con amor allí!
Jesús encarnó lo que el libro de Jonás trata, es decir, el amor de Dios por todas las personas. Que nosotros, llenos de gracia y verdad, seamos el próximo ejemplo de mostrar y compartir ese amor con el mundo.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este plan de lectura muestra por qué puedes tener paz al confiar en tu Salvador Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Time of Grace Ministry por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: es.timeofgrace.org









