El poder de la pareja que oraMuestra

Comprendan el poder de dos

Dios creó el matrimonio para reflejar la unidad y la fuerza que hay en Él. Cuando dos personas se unen bajo su bendición, ya no son dos, sino uno. Esa unión es mucho más que emocional o legal: es espiritual. Y por eso, cuando una pareja ora junta, algo sobrenatural sucede. Jesús prometió estar presente donde dos se reúnen en su nombre, y esa promesa se cumple cada vez que los esposos se toman de la mano y oran.

El poder de dos no significa pensar igual en todo, sino ponerse de acuerdo en lo esencial: en el amor, la fe y la obediencia a Dios. Las diferencias son parte de la vida, pero cuando el Señor ocupa el centro, las diferencias no dividen, sino que enriquecen. Orar juntos convierte los desacuerdos en oportunidades para crecer, y los problemas, en ocasiones, para ver el poder de Dios en acción.

El enemigo siempre intentará romper la unidad matrimonial, porque sabe que una pareja unida en oración es una amenaza para sus planes. Pero cuando los esposos eligen enfrentar los conflictos de rodillas, la discordia pierde poder. No hay fuerza más grande que un matrimonio que ora. Donde hay unidad, hay poder; donde hay oración, hay victoria.

Recordar esta verdad es vital: no están luchando el uno contra el otro, sino juntos contra todo lo que intente separarlos. Cuando dos corazones se alinean bajo el propósito de Dios, la vida se llena de esperanza, las decisiones se iluminan y la paz regresa al hogar.

El matrimonio es un reflejo del amor de Cristo por su Iglesia: firme, fiel y lleno de gracia. Al orar en pareja, están invitando a Cristo a ocupar su lugar en medio de ustedes, para guiarlos, protegerlos y fortalecer su unión día tras día.

Oración:

Señor, gracias por tu presencia en nuestro matrimonio. Enséñanos a mantenernos unidos y a caminar de acuerdo con tu voluntad. Habita siempre en medio de nosotros y sé el centro de nuestro amor. ¡Amén!