Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este capítulo, Jesús aborda directamente la tendencia humana a juzgar a otros y la indiferencia ante la propia necesidad de arrepentimiento. Ante la noticia de unas tragedias, Jesús es claro: si no se arrepienten, todos perecerán igualmente. Usa la parábola de la higuera estéril para ilustrar la paciencia de Dios, que da tiempo para el arrepentimiento, pero advierte que esa paciencia no es infinita. Luego, describe el Reino de Dios como una semilla de mostaza y levadura: comienza pequeño e imperceptible, pero crece hasta convertirse en algo grande e influyente.

Equipamiento

Este capítulo nos equipa para vivir una fe fructífera y activa. La parábola de la higuera nos recuerda que el verdadero discipulado no es solo existir, sino manifestar una vida de obediencia y servicio que glorifique a Dios. Nos forma para confiar en el poder del Reino, sabiendo que, aunque nuestros esfuerzos parezcan pequeños, Dios los puede usar para su gloria.

Al Corazón

¿Mi vida está dando frutos dignos de arrepentimiento que evidencien la obra del Rey en mí?

¿Estoy permitiendo que Dios pode las áreas de mi vida que son estériles para que pueda dar más fruto para Él?

Misión

Hoy, sé un portavoz de las buenas nuevas de Jesús. Busca una oportunidad para compartir con alguien la urgencia del arrepentimiento, no desde el juicio, sino desde la esperanza. Testifica como Dios, en su paciencia, ha obrado en tu vida para transformarte. Ora por aquellos que aún no han cruzado la puerta angosta, para que tu testimonio los inspire a dar ese paso de fe.