Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este capítulo, Jesús prepara a sus discípulos para un ministerio que implicará oposición. Les advierte contra la hipocresía de los fariseos y anima a sus discípulos a no temer a los que solo pueden matar el cuerpo, sino a temer a Dios. Les asegura el cuidado íntimo del Padre, quien conoce hasta el número de cabellos de su cabeza. Luego, a través de la parábola del rico insensato, les advierte contra la avaricia y la ansiedad, llamándolos a buscar el Reino de Dios y a confiar en que su Padre se complace en dárselo.

Equipamiento

Este pasaje nos equipa para soltar el afán y la preocupación por las cosas materiales, al estar convencidos de que Dios conoce nuestras necesidades y cuida de nosotros. Esta verdad nos libera para vivir con generosidad, poniendo nuestro corazón en el tesoro eterno y sirviendo fielmente mientras esperamos el regreso de nuestro Señor.

Al Corazón

¿Cuál es mi mayor miedo: el rechazo de las personas o el no honrar a Dios? ¿Mis acciones reflejan esa prioridad?

Si examinara mis niveles de ansiedad, ¿qué revelarían sobre mi confianza en el cuidado detallado y amoroso de mi Padre celestial?

Misión

Hoy tienes la oportunidad de poner tu fe en acción. Libérate de una preocupación material, entregándosela a Dios en oración y, a la vez, practica la generosidad. Comparte algo tuyo (tiempo, recursos, una palabra de aliento) con alguien que lo necesite. Al hacerlo, no solo le brindas apoyo, sino que también le transmites con tu ejemplo la certeza de que servimos a Dios que cuida de sus hijos.