Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En el capítulo 17, Lucas recopila varias enseñanzas de Jesús sobre la vida de un discípulo. Jesús advierte sobre la seriedad de hacer tropezar a otros y nos da el estándar para el perdón: si tu hermano peca contra ti siete veces en un día y siete veces se vuelve a ti diciendo "me arrepiento", perdónale. Enseña que una fe tan pequeña como un grano de mostaza puede hacer lo imposible. Luego, nos recuerda que nuestra obediencia es simplemente nuestro deber como siervos. El capítulo termina con la sanidad de diez leprosos, de los cuales solo uno, un samaritano, regresó a dar gracias.

Equipamiento

Este capítulo nos equipa para cultivar un carácter de siervo agradecido. Nos enseña que la obediencia no es para ganar méritos, sino la respuesta natural de un corazón transformado por la gracia. El verdadero discípulo no busca aplausos, sino que sirve con humildad. La gratitud, como la del samaritano, es una marca esencial de una fe que reconoce que todo lo que tenemos y somos proviene de Dios.

Al Corazón

Examinando mi corazón, ¿me parezco más al leproso agradecido que glorificó a Jesús, o a los nueve que dieron por sentada su bendición?

¿Qué tan fácil o difícil me resulta perdonar a quienes me ofenden repetidamente y, a la vez, pedir perdón cuando yo soy el ofensor?

Misión

Hoy, te animamos a poner en práctica dos acciones. Primero, ejerce el perdón de manera proactiva: identifica a alguien a quien necesites perdonar y, en oración, libéralo de esa deuda. Segundo, sigue el ejemplo del leproso agradecido: toma un momento específico de tu día para agradecer a Dios por al menos tres cosas concretas, haciendo de tu gratitud un acto consciente de adoración.