Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este capítulo, Lucas nos muestra a Jesús enseñando y actuando con poder, y las diferentes respuestas que esto provoca. Nos cuenta la parábola del sembrador, explicando que el fruto de la Palabra depende de la condición del corazón que la recibe. Vemos a mujeres agradecidas que sostenían su ministerio. Luego, Jesús demuestra su poder sobre la naturaleza al calmar una tempestad, sobre los demonios al liberar al endemoniado gadareno, y sobre la enfermedad y la muerte al sanar a una mujer y resucitar a la hija de Jairo.

Equipamiento

Este capítulo nos equipa para ser oidores y hacedores de la Palabra. La exhortación de Jesús, "El que tiene oídos para oír, oiga", es un llamado a escuchar con atención y obedecer con fe. Nos forma para recibir la Palabra con humildad, permitir que eche raíces profundas en nosotros y confiar en lo que Él dice, incluso en medio de las tormentas. Una vida que florece es aquella donde la Palabra produce fruto abundante.

Al Corazón

Cuando escucho o leo la Palabra de Dios, ¿cuál es mi actitud? ¿La recibo como una buena tierra, lista para producir fruto, o permito que las preocupaciones y las distracciones la ahoguen?

Ante las crisis, ¿respondo con fe en la Palabra de Jesús o con el temor y la indiferencia de los discípulos en la barca?

Misión

Hoy te animamos a reflexionar sobre la Palabra y a dar fruto en tu vida. Lee el capítulo de hoy y, a lo largo del día, medita en lo que Dios tiene para ti. Busca memorizar un versículo que haya resonado en tu corazón. Luego, pídele a Dios que te muestre una manera práctica de "dar fruto" a partir de esa verdad, poniendo en acción lo aprendido a través de un acto de obediencia.