Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

Este salmo de alabanza, que es la contraparte del Salmo 20, celebra la respuesta de Dios a las oraciones de su rey. El pueblo se alegra porque el Señor le ha concedido a su Ungido (al Mesías) los deseos de su corazón, una corona de oro, y una vida eterna (“largura de días eternamente y para siempre”). La victoria del Rey es tan completa que todos sus enemigos serán consumidos. Su confianza no está en su propio poder, sino en que “por la misericordia del Altísimo, no será conmovido”.

Equipamiento

Este salmo nos equipa para alegrarnos en la victoria y la exaltación de nuestro Rey Jesús. Nos inspira a confiar en que el Padre siempre escucha y responde las oraciones de su Hijo. Nos forma para encontrar nuestra seguridad no en nuestras propias fuerzas, sino en la misericordia del Altísimo que sostiene a nuestro Rey. Y nos enseña a mirar hacia el futuro con la certeza de que la victoria final de Cristo sobre todos sus enemigos está garantizada.

Al Corazón

¿Encuentro un gozo personal y profundo en la exaltación y la gloria de Jesucristo, mi Rey?

¿La verdad de que mi Rey no será conmovido, me da estabilidad y confianza cuando mi propia vida se siente inestable?

Misión

Hoy, tu misión es celebrar la victoria de tu Rey. Dedica un momento a dar gracias a Dios Padre por haber exaltado a Jesús y haberle dado un nombre, sobre todo nombre. Pon una canción que hable de la victoria y la majestad de Cristo, y únete a la alabanza del salmista.