Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este salmo, que es una mezcla de acción de gracias y lamento, David celebra como Dios lo rescató del “pozo de la desesperación” y puso un cántico nuevo en su boca. En medio de esta alabanza, hace una declaración que el libro de Hebreos aplica directamente a Jesús: “Sacrificio y ofrenda no te agradan… he aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado”. Jesús es el siervo perfecto cuyo mayor deleite fue hacer la voluntad del Padre, ofreciendo su propio cuerpo como el sacrificio definitivo.

Equipamiento

Este pasaje nos equipa con la virtud de la paciencia confiada. Nos forma para aprender a esperar en el Señor, especialmente cuando nos sentimos en el “lodo cenagoso” de la dificultad. Esta espera activa nos enseña a rendir nuestra voluntad a la Suya y a confiar en que, a su debido tiempo, Él nos pondrá sobre una roca firme. Ser discípulo implica confiar en que Dios siempre oye nuestro clamor.

Al Corazón

¿Cómo respondo a los tiempos de espera en mi vida?

¿Puedo ver los tiempos de espera como una oportunidad para que Dios desarrolle en mí un carácter más paciente y confiado?

Misión

Hoy, participa en la misión compartiendo tu testimonio. Piensa en cómo Dios te ha rescatado en el pasado. Comparte esa historia con alguien a través de una conversación, un mensaje o una publicación. Da a conocer cómo Él te sacó del pozo y puso un cántico nuevo en tu corazón, para que otros también puedan poner su esperanza en Él y ser animados a adorarle y servirle.