Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En el capítulo 16, Mateo nos lleva al punto de inflexión en el ministerio de Jesús. Después de advertir a sus discípulos sobre la “levadura” de la enseñanza de los fariseos, Jesús los lleva a Cesarea de Filipo y les hace la pregunta más importante: “¿Y vosotros, quién decís que soy yo?”. Pedro, por revelación divina, hace la gran confesión: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Sobre esta roca de la verdad, Jesús promete edificar su iglesia. Inmediatamente después, revela el costo de seguirlo: negarse a uno mismo, tomar la cruz y seguirle.

Equipamiento

Este pasaje nos equipa con una perspectiva eterna que redefine el discipulado. Reconocer quién es Jesús lo cambia todo. Nos forma para vivir rendidos a su voluntad, entendiendo que tomar nuestra cruz y negarnos a nosotros mismos no es una opción, sino la esencia de seguirlo. Perder la vida por su causa es, en realidad, la única manera de ganarla.

Al Corazón

Si Jesús te hiciera hoy la misma pregunta, ¿quién es Él para ti, no solo de palabra, sino con la evidencia de tu vida?

¿En qué área específica de tu vida necesitas negarte a ti mismo, tomar tu cruz y seguir a Jesús con más entrega?

Misión

Hoy, que cada decisión que tomes, desde la más pequeña hasta la más grande, refleje tu lealtad a Jesús como tu Rey. Proclama tu fe no solo con palabras, sino con acciones que demuestren que seguirlo vale más que cualquier ganancia terrenal.