Íntimos De JesúsMuestra

“ÍNTIMOS DE JESÚS”

¿Sabías que Jesús sí hizo excepción de personas?

A veces se nos olvida esta verdad bíblica: Jesús nunca hizo excepción de personas para la salvación, pero sí hizo excepción de personas para la intimidad. Y esa diferencia lo cambia todo.

Jesús vino a salvar a todos. Predicó a multitudes, sanó enfermos, perdonó pecadores. Extendió su amor a toda persona, sin distinción. La cruz fue para todos. Pero no todos caminaron con Él de la misma manera.

Jesús tuvo muchos discípulos. Envió a 70 a predicar de dos en dos (Lucas 10:1). Eran discípulos, seguidores fieles.

Pero de esos 70, eligió a 12 para estar más cerca. A ellos los llamó “apóstoles” y compartió con ellos su vida cotidiana.

De esos 12, hubo 3 que eran aún más íntimos. Pedro, Jacobo y Juan. Estuvieron con Él en momentos donde los otros no fueron invitados: La resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración y su oración en Getsemaní. Fueron testigos de su gloria… y de su agonía.

Y de esos 3… hubo uno solo que se recostó sobre su pecho: Juan. El discípulo amado. El íntimo. El que no solo siguió a Jesús, sino que conoció su latido. No todos los que caminaban con Él, descansaban en Él.

Entonces, ¿Jesús hizo excepción de personas? Sí. En la intimidad, no en la salvación. La puerta de la salvación está abierta para todos, pero la puerta de la intimidad se abre solo para quienes la buscan.

La intimidad no es casualidad: es decisión, es profundidad, es cercanía. No todo salvo es íntimo… pero todo íntimo es salvo. Ser salvo es recibir su obra. Ser íntimo es conocer su corazón. Muchos conocen de Jesús… pocos conocen a Jesús.

¿Dónde estás tú? ¿Eres de los 70 que siguen a Jesús de lejos? ¿De los 12 que caminan con Él? ¿De los 3 que presencian su gloria y su dolor? ¿O eres de los que descansan en su pecho y oyen su corazón?