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La Declaración De Seúl | Un Recorrido De 30 DíasMuestra

La Declaración De Seúl | Un Recorrido De 30 Días

DÍA 15 DE 30

La persona humana: La imagen de Dios creada y restaurada

La lectura de hoy continúa en la Sección IV: La persona humana: la imagen de Dios creada y restaurada. Lea aquí.

La imagen de Dios es restaurada en Cristo.

Afirmamos que Jesucristo, el Hijo de Dios, es la imagen de Dios. Mediante su encarnación, se hizo plenamente humano como el segundo Adán. A diferencia del primer Adán, vivió una vida sin pecado, con lo cual cumplió con las condiciones para redimir a la humanidad del pecado y de su alienación de Dios. Como la imagen preeminente y perfecta de Dios, Jesucristo es el ideal humano en el que todo creyente está siendo transformado por el Espíritu Santo. Al participar de la naturaleza de Dios, estamos siendo conformados a la semejanza de Cristo por gracia. Esta semejanza a Cristo se revela en la renovación de nuestro carácter, práctica, deseos y aspiraciones y, en su Segunda Venida, en la transformación de nuestros cuerpos a semejanza del cuerpo resucitado de Cristo. (Col 1:15; Heb 1:1-3; Jn 1:1, 14; Fil 2:1-11; Ef 1:10; Ro 5:12-14; 1Co 15:45-49, 50-54)

La iglesia es la nueva humanidad de Dios, creada por Cristo, que reconcilia a los creyentes con Dios y entre sí. Esta nueva humanidad está siendo transformada para portar la imagen de Cristo, aquel que define la verdadera y plena humanidad. (Ef 2:14-16; Ro 8:9; Ro 12:1-2; 2Co 3:18).

Como portadores de la imagen de Dios, los seres humanos redimidos están dotados de dones y ministerios para servir al bien común de la iglesia y dar gloria a Dios en el mundo. A todo cristiano se le ha concedido el privilegio de participar y ser embajador del reino de Dios a través de sus diversos dones y llamados. Sin embargo, todas estas manifestaciones y prácticas deben sopesarse con el testimonio apostólico del evangelio y las Escrituras para que nadie se deje engañar por un falso evangelio ni contribuya a quitar la gloria de Dios. (1Co 12:4-7; Ro 12:4-8; Ef 4:11-16; 1Co 1:4-8; 1P 4:10-11; Mt 7:15-16; Gá 1:6-9; 1Jn 2:19; Jud 3-4)

Lamentamos cualquier noción falsa de la nueva humanidad que contradiga el ideal de semejanza de Cristo y nos afligimos por el liderazgo cristiano que se aleja de la semejanza de Cristo, como es evidente en los ministerios basados en la prosperidad y la fama, donde algunos incluso afirman poseer divinidad. El ejemplo de liderazgo de Cristo cuestiona estas pretensiones y la manipulación de los demás como signo de autoridad espiritual. La vida en el reino de Dios se caracteriza por la humildad, el arrepentimiento y la confianza en la gracia de Dios. (Lc 9:23; Fil 2:8-11; 3:18-19; 1Co 15:9-10; 1Jn 1:8-10).

Aguardamos la resurrección del cuerpo y la consumación de la nueva creación, cuando la imagen y semejanza de Dios en los seres humanos será plenamente renovada. Entonces, el pueblo de Dios gozará de plenitud de vida y de comunión con Dios, entre sí y con toda la creación (Is 65:17; 66:22; 2P 3:13; Ap 21:1-4).

Acerca de este Plan

La Declaración De Seúl | Un Recorrido De 30 Días

En todo el mundo los creyentes se preguntan: ¿cómo vivir el evangelio hoy? Este plan de 30 días se basa en la Declaración de Seúl para explorar verdades intemporales que abordan retos actuales, como la identidad humana, la paz, la tecnología y el discipulado, sin dejar de ser fieles al evangelio, a las Escrituras y al designio de Dios para la iglesia. Arraigada en la verdad bíblica y en voces de todo el mundo, lo invita a profundizar su fe y a vivir la misión de Cristo.

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Nos gustaría agradecer a Lausanne Movement por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: lausanne.org