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Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimenMuestra

Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen

DÍA 24 DE 30

José inmortalizó lo que aprendió en su mientras tanto en los nombres de sus hijos. Los significados de sus nombres nos ofrecen lecciones a través de nuestro propio mientras tanto miles de años después:

"Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción." (Génesis 41:52 RVR1960)

El siguiente “ajuste” es fructificar, o "producir fruto; hacer que algo sea productivo". Considero que este ajuste es una costura de doble puntada: una técnica que se usa para dar fuerza extra a las telas más finas al agregar una segunda costura cerca de la primera.

La costura número uno reconoce la gracia de Dios obrando en nuestro favor: "y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba" (Génesis 39:23, RVR1960). Tanto José como el narrador establecen claramente que fue el favor de Dios lo que lo hizo fructífero. Sin embargo, no debemos ignorar el aspecto de "lo que él hacía".

La costura número dos reconoce que José no se sentó en un rincón del calabozo ni tomó el camino de menor productividad. No era un empleado despreocupado que retrasaba la fila como si no hubiera un mañana, o el tipo de persona que dice "ese no es mi trabajo". Él tenía un papel que desempeñar, y mientras lo hacía, Dios le daba éxito.

Necesitamos resistir la tentación de rendirnos por la desilusión y recordar que somos participantes en la espera. No tendremos energía para estar activos todos los días, y eso está bien y también es necesario. Cuando eso suceda, es importante ser amables con nosotros mismos y darnos espacio para el lamento, para descansar y recuperarnos. Pero siempre que sea una posibilidad, debemos visualizarnos como socios en el plan de Dios para nuestras vidas.

Las plantas no tienen que pensar en producir frutos, simplemente se mantienen plantadas y enraizadas. El fruto viene naturalmente cuando están en tierra adecuada y bajo las condiciones correctas, como la luz del sol y el agua. No estoy sugiriendo que solucionemos las cosas con nuestros propios esfuerzos, ya hemos visto que esa actitud produjo grandes problemas en la familia de José. El secreto para producir fruto en el tiempo de Dios es permanecer en Él.

Esto significa buscar Su presencia, leer las Escrituras y perseverar a través de las pruebas y los procesos de poda. A menudo, podemos confundir una poda celestial con un ataque del enemigo. Podríamos sentir que nuestras hojas se han secado o que nuestra pasión ha desaparecido. Aunque a veces esas cosas suceden como resultado de no buscar al Señor como deberíamos, pero también podría ser que Dios nos esté poniendo en situaciones "incómodas" porque quiere podar nuestro carácter para que demos más fruto.

No es mi trabajo salvar el mundo. Mi trabajo es ser una luz en el mundo, donde sea que esté y a través de lo que haga. Nuestro trabajo es permanecer en Él. Somos simples ramas. Jesús es la vid. Debemos buscar Su rostro constantemente por encima de las actividades en las que estamos involucrados. Cuando permanecemos en Él, el fruto ocurre naturalmente.

En la casa de Potifar y en el calabozo, José trabajó con lo que tenía en sus manos en ese momento. Aceptó el trabajo que se le confió, a pesar de no ser el rol que él quería.

Prefería estar de vuelta en su casa cuidando las ovejas de su padre con las comodidades y lujos que conllevaba ser parte de una familia rica. Pero estaba en una tierra extranjera con nuevas responsabilidades y condiciones forzadas como esclavo y prisionero. Sin embargo, permaneció y confió en que Dios le daría éxito.

Mientras meditaba en esta parte de la historia de José, sentí vergüenza por quejarme de algunos trabajos aburridos que he tenido. Cada uno de esos trabajos me enseñó lecciones valiosas para los siguientes, incluido el que tengo ahora.

Es posible que no te guste tu trabajo actual. Incluso podrías detestarlo. Lo entiendo, he estado allí. Pero sigue adelante. Hazlo lo mejor que puedas, incluso si está a galaxias de distancia del trabajo de tus sueños. Permanece enraizado donde Dios te plantó para esta temporada. Permanece en Él, agradecido por cada trabajo y oportunidad, porque puede ser exactamente lo que necesitas para el destino que ha preparado para ti. Tu parte es hacer lo mejor que puedas, Su parte es producir el fruto.

En la búsqueda de Cristo, a través de desiertos, valles, cisternas, calabozos, y de igual manera en los lugares altos y las montañas, debemos procurar el fruto del Espíritu, en lugar de los deseos de la carne. Eso es permanecer, tomar nuestra cruz diariamente y seguirle. Cuando hacemos esto, Su palabra no fallará; damos fruto y tenemos éxito en todo lo que hacemos, incluso si parece lo contrario desde nuestro punto de vista distorsionado.

¿Todavía estás en la tierra de tu sufrimiento, soñando con lograr el éxito el día que finalmente alcances tus metas? No tienes que esperar ese momento, mi amigo. Puedes tener éxito en la tierra de tu sufrimiento. Justo aquí. Justo ahora. Permanece en Él y Él producirá el fruto del éxito en tu vida. Solo cuando estamos profundamente enraizados en Él y Sus palabras, somos capaces de aplicar el siguiente ajuste en nuestra vida: perdonar.

Acerca de este Plan

Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen

Usando la historia de José como base, Rasgado aborda la lucha por reconciliar el amor de Dios con el dolor. Si nos ama, ¿por qué permite que otros nos lastimen? Este plan nos enseña cómo volver a tener esperanza e intimidad con Dios a pesar del sufrimiento, cómo confiar en Sus planes y poder para redimir nuestras historias, tener éxito en la tierra de nuestro aflicción y olvidar, fructificar y perdonar. Es una adaptación del libro en inglés "Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen" de Karenlie Riddering.

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Nos gustaría agradecer a Apertura812 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: karenlie.wixsite.com/apertura