"Motivos Sobrantes para Agradecer"

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús" (1 Tesalonicenses 5:18 RVR1960)

Tenemos motivos para agradecer, no solo por lo que vivimos en los días buenos, sino incluso en medio de las tormentas. La realidad es que Dios nos ha dado muchísimo más de lo que merecemos o creemos necesitar. Nos dio la vida, la capacidad de respirar sin costo alguno, creó una naturaleza que nos ofrece sus frutos, nos otorgó inteligencia para crear, la capacidad de amar y de relacionarnos. Estas son apenas algunas razones que nos invitan a vivir con un corazón agradecido.

Cuando volvemos al principio, al libro de Génesis, vemos el maravilloso detalle de Dios en cada etapa de la creación. Él se tomó su tiempo para que todo fuera “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Cada día, Su palabra fue formando un mundo del cual hoy disfrutamos… sin que hayamos hecho nada para merecerlo. Es impactante notar que Dios no creó al ser humano hasta haber completado todo lo que necesitaríamos. Eso nos habla de un Dios de provisión, un Dios de detalles que se anticipa a nuestras necesidades.

“Antes que te formase en el vientre te conocí” (Jeremías 1:5 RVR1960). Dios nos pensó y proveyó antes de que existiéramos.

A lo largo de las Escrituras, encontramos innumerables razones para agradecer: la creación, la redención, la gracia constante, y sobre todo, el hecho de que Jesús se hizo hombre, no solo para ocupar nuestro lugar en la cruz, sino también para ser un modelo perfecto de vida.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito(…)” (Juan 3:16 RVR1960).

Estoy segura de que tu vida —con sus altas y bajas— es un testimonio del amor de Dios. Tal vez no lo veas siempre, pero eso no significa que no esté. Muchas veces las pruebas que enfrentamos nublan nuestra visión espiritual y no nos permiten ver lo que Dios, en su infinita misericordia, ha hecho, hace y seguirá haciendo por nosotros.

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana” (Lamentaciones 3:22-23 RVR1960)

¿Tienes ropa, alimento, un techo y una cama donde dormir, amigos, familia, empleo? ¿Puedes disfrutar de pequeñas comodidades que hacen tu vida más llevadera? Entonces tienes razones de sobra para decir: ¡Gracias, Dios! Porque detrás de todo eso hay una mano amorosa que no descansa en su fidelidad.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará” (Salmo 23:1 RVR1960).

La Biblia no solo relata lo que Dios hizo con Israel. También refleja, como un espejo eterno, lo que Él sigue haciendo con cada uno de nosotros, muchas veces sin que siquiera lo notemos.

Reflexiona:

1. ¿Estoy enfocando mi atención en lo que me falta o en lo que ya he recibido por gracia?
2. ¿Reconozco los pequeños detalles cotidianos como regalos de Dios?
3. ¿Cómo puedo cultivar un corazón agradecido en medio de las dificultades?

Oración:

Señor, gracias. Gracias por lo que veo y por lo que aún no comprendo. Gracias por tu provisión, por tu amor constante y por cada detalle invisible que sostiene mi vida. Ayúdame a vivir con gratitud profunda, recordando que todo lo que tengo proviene de ti. Enséñame a agradecer en todo tiempo, reconociendo que tu fidelidad nunca falla. Amén.