Dejando Que Dios Limpie Mi Corazón De MamáMuestra

DIA 27

DEJANDO DE ESTORBAR A DIOS

PASAJE DEL DÍA:

“¿Quién soy yo para pensar que puedo estorbar a Dios?” (Hechos 11:17b NVI).

ENTENDAMOS:

Que muchas veces hemos sido un estorbo para Dios, cuando -en el afán de tener las situaciones/personas bajo control- queremos que todo ocurra de acuerdo a nuestras expectativas o cuando sobreprotegemos a los hijos y no dejamos que ellos asuman las consecuencias de sus propias decisiones o cuando tenemos una idea preconcebida de lo que queremos que ellos sean. Estorbamos los planes y el propósito de Dios para nuestros hijos cuando queremos convertirnos en el Espíritu Santo de ellos, hablándoles y tratando de convencerlos de lo que dice la Palabra, de lo que creemos que es mejor, de lo que les conviene hacer, etc.

POR QUÉ ORAMOS:

Para que Dios nos dé convicción de pecado y nos muestre las veces en que hemos estorbado sus planes.

Pidámosle perdón al Espíritu Santo por querer usurpar Su papel en la vida de nuestros hijos.

Para que Dios nos muestre Sus planes para con ellos y podamos renunciar a los nuestros.

Por sabiduría para soltar a los hijos de nuestro control y dejarlos al control de Dios.

Para que no estorbemos a Dios en el cumplimiento de Sus propósitos en la vida de nuestros hijos.

Padre: Me acerco a tu presencia pidiéndote que Tú me des convicción de pecado. Perdóname porque nunca consideré que podía ser un estorbo para ti en la vida de mis hijos. Pero ahora estoy entendiendo esta realidad y confieso que muchas veces fui estorbo, que solo he presionado para que mis planes se cumplan y jamás te he preguntado cuáles son tus planes y qué es lo que tú quieres con ellos. Perdóname por ser tan controladora y sobreprotectora. He querido evitarles el dolor, sin entender que aún ahí está tu mano de gracia y misericordia y es que Tú formas el carácter de cada uno de ellos para la tarea que les tienes asignada. Espíritu Santo, poder de Dios, perdóname por intentar suplantarte queriendo ser la conciencia de mis hijos y creyendo que soy yo la que los convenzo… ¡Perdón mi Dios!

Hoy, delante de tu altar, renuncio a controlar la vida de mis hijos, renuncio a mis planes para ellos y quiero que Tú me des tu visión y tus planes… Padre Santo, Espíritu de Dios, Jesús amado, hoy dejo a mis hijos bajo el control de ustedes y que sea hecha Su voluntad en la vida de mis hijos.