Dejando Que Dios Limpie Mi Corazón De MamáMuestra

DÍA 19
QUITANDO LA AMARGURA, IRA Y GRITERÍA
PASAJE DEL DÍA:
“Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia; antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en el Cristo” (Efesios 4:31-32 RV2000).
ENTENDAMOS:
Pablo nos está hablando acerca de cuál es la manera de relacionarnos diariamente con nuestros hijos. Debemos eliminar del trato diario la amargura, el enojo, la ira y la gritería. Esto ofende a nuestros hijos y contamina sus corazones de lo mismo. Las madres gritonas tienen hijos gritones. Por ello, Dios manda que quitemos -es decir saquemos de nosotras- todos estos estorbos para tener una relación saludable con nuestros hijos.
POR QUÉ ORAMOS:
Confesamos delante de Dios como pecado la amargura, la ira, el enojo y la gritería y le pedimos perdón.
Nos arrepentimos de todos los gritos lanzados en casa en contra de nuestros hijos.
Por fe nos quitamos todos estos pecados y los dejamos en el altar de Dios.
Para que Dios sane las relaciones con nuestros hijos.
Por una manera saludable y digna de relacionarnos con nuestros hijos.
Señor: Ahora te confieso que en mi corazón hay mucha amargura, enojo, ira y gritería. Te pido que Tú me perdones por todo esto y que me limpies… Lávame en la sangre del Cordero. Me arrepiento de todas las veces que armé una gritería en mi casa. ¡Perdóname, Señor, por tantos gritos en la relación diaria con mis hijos! Ahora por fe, y en el nombre de Jesús, me deshago de toda amargura, enojo, ira y gritería y los dejo delante de tu altar.
Señor, rompe toda cadena de malos hábitos, específicamente rompe la cadena de la amargura y la gritería y limpia a mis hijos de esos pecados. Enséñame a relacionarme diariamente con ellos con benignidad, misericordia y mansedumbre, recordando siempre tu perdón para extenderlo de la misma manera.
Escrituras
Acerca de este Plan

Durante estos 30 días enfrentamos un gran desafío como madres: amar y aceptar a nuestros hijos tal como son, ayudarlos a desarrollar el potencial que Dios les dio y cumplir Sus propósitos. Sin embargo, muchas veces nuestro corazón nos traiciona; las oraciones parecen no llegar porque cargamos con pecado, falta de perdón, amargura y palabras duras. Dios nos invita a venir a Él, lavarnos y limpiarnos, quitar la iniquidad y permitir que sane nuestros depósitos emocionales para que nuestras oraciones sean escuchadas.
More
Nos gustaría agradecer a Movimiento de Intimidad con Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.intimidad-con-dios.com









