Dejando Que Dios Limpie Mi Corazón De MamáMuestra

DÍA 18

LIMPIANDO NUESTRA BOCA

PASAJE DEL DÍA:

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que [sea] buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes” (Efesios 4:29 RV2000).

ENTENDAMOS:

Cuando se habla de palabras corrompidas, no sólo se habla de palabras malas u obscenas, sino de palabras que pueden herir el corazón de nuestros hijos o palabras fuertes que vienen a ser de maldición para sus vidas. La palabra tiene mucho poder: En su boca está el bendecir y dar vida o el maldecir y dar muerte (muerte a la estima personal de nuestros hijos, a la esperanza que deben tener y a la vida espiritual que Dios les ha otorgado).

POR QUÉ ORAMOS:

Por limpieza de nuestra boca, que Dios cambie la manera de hablar que tenemos y las intenciones del corazón.

Pedimos perdón a Dios por tanta palabra ociosa o mala que dijimos y por toda expresión que lanzamos enojadas a nuestros hijos.

Que Dios nos enseñe a ejercer dominio sobre la lengua. Que todas las palabras que diga sean de edificación y bendición para mi familia.

Padre amado, Dios eterno, delante de tu presencia vengo a pedirte perdón y limpieza para mi boca. Te confieso que de ella salen malas palabras, términos ofensivos e hirientes y hasta maldiciones. Por eso te pido que me limpies, que laves mi boca y que me enseñes a tener dominio y control sobre ella. Oh, Señor, dame control sobre mi boca y que de ella salgan palabras de edificación y de bendición. Enséñame Señor a bendecir a mis hijos y a edificar su vida con mis palabras. ¡Que mis palabras los puedan marcar en positivo! Amén.