Devocional Octubre "Lámpara a Mis Pies"Muestra

“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará” (Isaías 35:8 RV1960).

El camino de la santidad es seguro, no importa quienes seamos o cómo seamos, mientras permanezcamos en él no nos perderemos.

Sin embargo, aunque es un camino seguro, no es sencillo andar en él. El Señor Jesús dijo: “Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:14 RV1960). El camino a la perdición es amplio, espacioso y lleno de personas. Seguir a Jesús implica que estarás con la minoría y que muchas veces tendrás que hacer las cosas de una manera diferente. Tendrás que tomar decisiones difíciles y negarte a ti mismo para permanecer en este camino. El profeta lo dice claramente: ningún inmundo pasará por ese camino.

Hace unos días aprendimos que es Dios quien nos santifica. Es Él quien transita este camino contigo y por eso (porque Él está contigo), es que no importa cuán torpe seas, no te perderás. Como Él te lleva de la mano a través del camino angosto, confía en que llegarás a la meta.