Devocional Octubre "Lámpara a Mis Pies"Muestra

“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15 RVR1960)

Qué imagen más impactante. Dios tiene un libro, llamado el libro de la vida, y quienes estén escritos allí serán los herederos de la salvación. Parece una película, pero no lo es.

Una de las cosas más relevantes del libro de Apocalipsis es que es un libro que tiene un enfoque total en las cosas eternas. No te habla de tu profesión, de la casa que vas a comprar o de tu futuro inmediato, sino que se enfoca en el futuro eterno.

Leyendo todo el capítulo te das cuenta de que este mismo libro tiene escritas todas las cosas que hiciste estando en este mundo y que de acuerdo a ellas el Señor te va a juzgar. Ahora, ¿te has puesto a pensar en cómo podríamos superar este juicio basado en nuestras obras? Si todas nuestras obras fueran expuestas sin duda alguna seríamos condenados.

Lo único que puede salvarnos y escribir nuestro nombre en ese libro eterno es nuestra fe en Jesús. Claramente conocer a Jesús, recibirlo en nuestro corazón y confesar su salvación con nuestros labios es lo único que puede evitar que terminemos apartados eternamente de Dios.

Si no lo has hecho hoy es el día donde debes asegurar tu futuro eterno. Si ya lo has hecho, mantente firme en esa esperanza, pero también entiende la urgencia que tienes de predicarle esta salvación a todos los que te rodean.

Un lago de fuego no es un final feliz, no es lo que quieras para tu vida, para tu familia o para tus amigos.

Muchas gracias a Dios por darnos a Cristo y librarnos de la muerte y la condenación eterna. ¡Gracias porque en su nombre hay salvación perpetua para todos los que creen! Eso es el evangelio.