Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Legado: Encendamos una fe que permaneceMuestra

Legado: Encendamos una fe que permanece

DÍA 5 DE 5

Renuévame, Señor Jesús

Todos, sin importar los años en la fe, llegamos a momentos en que necesitamos con urgencia una renovación espiritual. Ya sea en medio de la lucha contra el pecado, en temporadas de sequedad, después de un tropiezo o simplemente porque nuestro corazón anhela más de él, surge en lo profundo de nuestro ser un clamor por ser inundados otra vez por su presencia.

El rey David, en un momento de quebranto profundo tras haber pecado, también se encontró clamando por una renovación espiritual: «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Salmo 51:10, NBLA). Esta oración no brota de una obligación religiosa, sino de un amor genuino por Dios. David no solo está arrepentido por las consecuencias de su pecado, sino dolido por haber herido el corazón de aquel a quien ama.

Porque cuando hemos experimentado la realidad del amor de Dios, lo que más anhelamos no es solo el perdón, sino volver a estar en sintonía con Su voluntad, ser renovados desde lo más profundo, y caminar nuevamente en comunión con él.

Debemos saber con toda seguridad que en medio de nuestras luchas, debilidades y tropiezos no estamos solos. Dios, en su fidelidad, nos ha dado al Espíritu Santo, nuestro Consolador y Ayudador, quien obra activamente en nosotros para que no nos enfriemos, no permanezcamos endurecidos ni nos mantengamos en la indiferencia espiritual. Cuando comenzamos a desviarnos, él nos recuerda la misericordia del Padre y la gracia suficiente de Cristo, y despierta en nosotros un anhelo de volver. Él no nos deja estancados en la culpa ni atrapados en la condenación, sino que trae esa convicción a nuestro corazón y con amor nos conduce al arrepentimiento. Es el Espíritu Santo quien reaviva lo que parecía apagado, quebranta lo que se había endurecido y nos impulsa, una vez más, a correr a los brazos del Padre.

También anhelamos esa renovación espiritual porque, una vez que hemos probado el amor de Dios —ese que es más dulce que la miel— es imposible conformarnos con una vida desconectada de su presencia. Cuando realmente nos encontramos con él, algo en nosotros cambia para siempre. Ya no podemos vivir igual. No podemos resignarnos a una fe fría, a rutinas vacías o a una relación distante.

Ya sea que se encuentre en un desierto espiritual o simplemente anhele experimentar una vez más la manifestación palpable de su amor y presencia, levante conmigo esta oración:

«Renuévame, Señor Jesús, ya no quiero ser igual. Renuévame, Señor Jesús, pon en mí tu corazón». Examina, Señor, mi corazón y alinea mis deseos con los tuyos. Anhelo ser transformado y vivir cada día reflejando tu carácter y caminando en tu voluntad. Amado Espíritu Santo, enciende mi interior, para que cada día mi corazón arda con pasión por Jesús. Amén.

Este Plan Bíblico está basado en el álbum «Legado» de Marcos Witt. Si le gustaría escucharlo, encuéntrelo aquí.

Acerca de este Plan

Legado: Encendamos una fe que permanece

En medio del ruido del mundo, de las pruebas y el desgaste diario, reconectémonos con las verdades eternas de la Palabra para apreciar su gracia, despertar gratitud y buscar renovación espiritual. Encendamos nuevamente nuestro corazón en pasión por Cristo, pues fuimos creados para vivir en comunión con él, brillar en la oscuridad y predicar el mensaje de esperanza. Este plan fue creado con motivo del álbum «Legado» de Marcos Witt. Porque no hay mejor legado que una vida que, al pasar los años, mantiene un amor ferviente y una fe constante, firme y encendida por nuestro amado Jesucristo.

More

Nos gustaría agradecer a CanZion por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: canzion.com