Me perdí.

"Me perdí...".
Toda historia comienza por algo. Si estás aquí, es porque alguna vez estuviste cerca de Dios, pero por alguna razón te desviaste. Estoy segura de que este plan llegó a ti en el momento preciso.

Permíteme presentarme:
Soy Emely Espinal, y oro para que el Señor te bendiga, te guíe y te enseñe a través de este devocional. Todo lo que leerás aquí no proviene de mí, sino de lo que Dios ha puesto en mi corazón para ti.

Las 3 leyes espirituales que aplicaremos:
1️⃣Identificar (lo que nos aleja)
2️⃣Superar (los obstáculos)
3️⃣Atacar (el problema de raíz)

Preparación:
Ten a mano tu Biblia y un cuaderno de apuntes. Serán tus herramientas esenciales durante este proceso.

Reflexión inicial:
¿Puedes identificar qué te alejó de Dios? O, si nunca lo has conocido, ¿qué te impide acercarte a Él? Reconocerlo es el primer paso para restaurar (o comenzar) tu relación con Él.

Quiero que veamos algunas de las cosas que hacen que nos apartemos de Dios y algunas de las cosas por las cuales no nos acercamos a Él:

1. El afán de la vida diaria: Estamos ocupados en muchas cosas, hay muchas cosas que hacer por lo que no hay tiempo ni espacio para dedicárselo al Señor, porque la familia es importante, el trabajo es importante, mi crecimiento personal es importante, el estudio es importante y cuando llego a la casa ya estoy muy cansado para buscar de Dios y lo importante es que Él me conoce y sabe lo que hay en mi corazón.
   Nota: No permitas que nada ni nadie ocupe el lugar que solamente le corresponde a Dios en tu vida, y ese es el primer lugar.
2. Tus deseos y tus propios intereses: A veces lo que queremos y deseamos no es la voluntad de Dios para nuestras vidas y al momento en que lo sabemos entonces decidimos alejarnos poco a poco porque preferimos complacer nuestra carne con lo que nos gusta que obedecer a Dios haciendo las cosas que nos convienen pero que nos desagradan.
3. El dinero: Así como el dinero también puede ser la fama, las posesiones o alguna otra cosa que solo tú y Dios saben y que yo no sé 😅, nos sentimos con tanto poder que no necesitamos a Dios porque todo está aparentemente bien, tengo dinero para resolver y puedo hacer lo que quiera cuando quiera y como quiera, usamos la típica frase: "La vida se vive una vez y hay que vivirla". El problema está en que no la vivimos como deberíamos vivirla porque estamos actuando de manera incorrecta y fuera de control.
4. No tengo tiempo: Va muy de la mano con el afán, la diferencia es que aquí hay tantas cosas que hacer y por las que nos dejamos llevar como: el entretenimiento, las redes sociales, la vida social, las salidas sociales y demás, y no hay tiempo suficiente para Dios. Me levanto y le digo "gracias, Dios" y soy una persona muy agradecida y bondadosa, Él me conoce y no le hago mal a nadie.
5. Las amistades: Esas que en un momento determinado, cuando inicias a buscar a Dios, te dicen que eres un fanático religioso por estar activo sirviendo en la iglesia, porque quieres estar orando y leyendo Su palabra, porque les comentaste del ayuno...
6. Caí en pecado: Estaba firme en el Señor y no supe cómo volver porque caí en pecados sexuales, hice algo que juré no volverlo a hacer y la vergüenza me mataba y no sé cómo orar, no puedo leer la palabra, me siento muy mal porque caigo una y otra vez en las cosas que no debería volver a hacer.
7. El mundo me sedujo: La música, las películas, los libros y mi entorno, no es algo que vaya mucho con yo tener una relación estricta, no voy con la religiosidad, yo solo busco de Dios a mi manera y Él me conoce, me entiende y lo acepta.
8. Por miedo: Tengo muchas imperfecciones y no creo que pueda dejar el alcohol, la masturbación, la pornografía, el adulterio, las drogas, simplemente no sé vivir sin eso.
9. Quiero probar: Siempre he estado en la iglesia y siento que me estoy perdiendo de mucho solo aquí dentro, veo que las personas disfrutan y se divierten normalmente y no veo nada de malo en gozar la vida a mi manera.
10. Querer encajar: Hay lugares y personas a las que queremos pertenecer, pero si seguimos a Cristo, dejamos de ser parte de ese círculo en el que queremos estar, entonces es simple, no sé cómo volver o cómo conocer a Dios en esta situación.

Día a día vamos a desglosar cada una de ellas y mientras terminamos el día 1 quiero que hagamos 2 cosas:

1. Identifica en cuál de estos grupos te encuentras y, en caso de que no sientas ser parte de ninguno, te invito a escribir en tu libreta qué es eso que te hizo alejarte de Dios o qué es eso que no permite que te acerques por primera vez a Él.

2. Cierra este tiempo con un tiempo de oración:

Señor, gracias porque si permitiste que pudiera iniciar este plan de lectura es porque yo sé que hay cosas que me quieres comunicar. Te pido que mi corazón esté dispuesto a aceptar todo lo que Tú me quieras transmitir. Alinea mis sentidos para recibir Tu instrucción y ayúdame a acercarme cada día más a Ti, a no desmayar y a continuar sabiendo que Tú me das las fuerzas y me guías a través de todo lo que me estás permitiendo recibir de Ti. Háblame de una manera tan sobrenatural a través de este plan que yo no dude ni un minuto que esto lo pusiste Tú para que yo me alinee a Tu camino y para hacer Tu voluntad. En el nombre de Jesús. Amén.

Antes de continuar, nos encantaría conocerte mejor y caminar juntos en este proceso. Si deseas hacer alguna pregunta, recibir apoyo o compartir tu testimonio escríbenos en Instagram @UnalmaparaDios, queremos saber de ti.