Claves Para Sanar La Mente Y El CorazónMuestra

¿Soy especial?
La joven termina de cantar en un programa de talentos musicales de la TV. Fue una interpretación formidable y la gente aplaude con fervor. Los jueces y entrenadores están visiblemente emocionados. La chica mira a la gente, sin entender bien lo que está pasando, casi sin creerlo. Uno de lo jueces dictamina: “Todavía no sabés el talento que tienes… cuando lo sepas, vas a poder explotar de verdad esa voz”.
Cuando vemos ese tipo de escenas, inconscientemente nos proyectamos en “la joven que canta” y a través de ella experimentamos lo que sería “ser especial”.
A todos nos gusta ser queridos en forma incondicional, pero también valorados por nuestras virtudes. Nos encantaría ser tenidos en cuenta y aplaudidos por nuestros logros. Sin embargo, la vida se encarga de “bajarnos de un hondazo” y pronto nos damos cuenta que pocos son los aplausos y muchas las exigencias. Citamos el dicho “unos nacen con estrella y otros nacen estrellados” y nos resignamos a ser un ser humano más que pasa sin pena ni gloria por el mundo.
¿Está bien querer sentirnos especiales, o eso es ser engreído o arrogante? La visión de Dios sobre nuestra vida es muy reveladora:
Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.
Según esta porción de la Biblia, ¡somos como una obra maestra! Cuando entramos en relación con Jesús se produce una transformación, una re-creación interna, nuestro valor sube tanto que somos vistos como una verdadera obra maestra. ¡Somos muy valiosos!
Dos cosas importantes que dice este versículo y que tienen que ver con nuestro valor único:
- Hay plan para nuestra vida. Nuestra existencia tiene un propósito muy definido y proyectado antes de nuestro nacimiento. Tenemos una vocación grabada en nuestro corazón y haremos muy bien en descubrirla y seguirla.
- Hay cosas buenas que nosotros debemos hacer. Esas cosas buenas las podemos hacer sólo nosotros, y eso nos hace sumamente especiales. No debemos compararnos sino concentrarnos en las cosas que podemos llegar a hacer bien. Así cumpliremos con nuestro propósito.
Te esperan grandes cosas, que son sólo para ti. Eres una obra maestra, con un propósito definido y con obras que sólo tus manos pueden llevar adelante. Si seguimos ese camino, ¡no hay forma de que fracasemos!
Es tiempo de animarnos, de ganar confianza, de descubrir los dones que Dios sembró en nosotros. Es tiempo de encarar cosas con fe, creyendo que tendremos éxito en ellas.
¿Somos especiales? ¡Claro que sí… somos una obra maestra de Dios!
Te sugiero esta oración:
Dios, te pido que me des
la sabiduría para entender mi propósito personal,
la valentía para aprovechar mis talentos,
y la humildad para aceptar mis defectos.
Escrituras
Acerca de este Plan

Nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y decisiones son los que marcan el rumbo de nuestra vida: si son buenos, tendremos un buen rumbo; si están enfermos o defectuosos, así sera también nuestro vivir. Te propongo descubrir los consejos bíblicos que Dios nos deja para tener verdadera salud en nuestra mente y corazón. Apto para cualquier persona con necesidad espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Pablo Sparta por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/pablosparta
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