Una mente sana

La sociedad cada día va tomando más consciencia del valor de la salud mental. Afecciones como trastornos de ansiedad, fobias, depresión, ataques de pánico y estrés ya son comunes entre nosotros. En algunos países, las estadísticas arrojan que el 25% de la población tiene o ha tenido alguna afección psicológica grave.

¡Qué importante es tener un pensamiento sano! Porque cuando el interior está mal, todo está mal. Proverbios 18:14 dice: El espíritu humano puede soportar un cuerpo enfermo, ¿pero quién podrá sobrellevar un espíritu destrozado? Es claro que la mente enferma contagia al resto del cuerpo, mientras que una mente sana y animada trae bienestar a todo el organismo.

Muchas de los padecimientos nacen en nuestros pensamientos. Y a su vez, los pensamientos surgen de lo que hemos aprendido. Por lo tanto ¿no será que hemos aprendido mal, que hemos “comprado” malas enseñanzas?

A esto sumarle el bombardeo constante que recibimos de la realidad, aumentada e interpretada por todos los medios de comunicación. Permanentemente tenemos mensajes de temor, de injusticia, de enojo, de tristeza, de desesperanza, de materialismo, de pasiones descontroladas, de frustración… ¿cómo podemos pensar que eso, en nuestro interior, produzca algo bueno?

Necesitamos cuidar nuestra mente y corazón. Seamos inteligentes con el “alimento” que le damos a nuestros pensamientos.

No encontraremos nada más saludable para nuestra mente que las y poderosas palabras de Dios. Jesús dijo “Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63 NVI). Los conceptos que Aquel que todo lo sabe nos levantan, nos llenan de vida, nos instruyen y animan a caminar.

Estas verdades reveladoras y poderosas están registradas en la Biblia, uno de los grandes legados que Nuestro Padre nos dejó.

La Biblia “es un mensaje enviado por Dios, y es útil para enseñar, reprender, corregir y mostrar a la gente cómo vivir de la manera que Dios manda” (2 Timoteo 3:16 PDT). Si llenamos nuestro interior de este mensaje transformador… ¡seremos transformados!

Seremos transformados porque la verdad es liberadora, rompe cadenas de ignorancia y transforma nuestra realidad.

Seremos transformados porque la Palabra de Dios es viva y poderosa y sobrenaturalmente produce cambios sin que nada se lo impida.

Viendo los grandes beneficios de la Palabra de Dios, el consejo obvio es leer y conocer la Biblia. Tal vez comenzar con los evangelios (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) y al leer, hacerlo con fe y con el corazón en el mano, creyendo que lo escrito es para mí.

Te sugerimos esta oración de este estilo antes de comenzar a leer una porción bíblica:

Dios, guíame para entender lo que quieres enseñarme

y dame la fe para creer cada una de tus verdades.

En nombre de Jesús, amén.