Claves Para Sanar La Mente Y El CorazónMuestra

Mostrarnos tal cual somos
¡Qué difícil es lograr un nivel de confianza que nos permita mostrarnos tal cual somos, sin tener que esconder nada!
Seguramente te habrá pasado que abriste tu corazón a alguien y le contaste algo íntimo, y que un tiempo después tu confianza se ve traicionada pues esa infidencia se divulgó o porque esa persona lo usó en tu contra. ¡Qué horrible sentimiento, qué enojo, qué vergüenza, qué dolor y qué impotencia se siente!
La mayoría nos vamos armando de defensas para que la gente no llegue muy profundo en nuestras vidas. Ocultamos bien los sueños y deseos que podrían ser incomprendidos, también tendencias y errores que afectarían nuestra buena imagen. Tenemos disfraces para toda ocasión, que usamos como escudos para preservarnos...
Sin embargo siempre, en algún momento, tenemos la necesidad de contar algo a los demás. ¿Por qué contamos cosas a los demás, si luego eso puede usarse nuestra contra? ¿Qué nos lleva eso? ¿Por qué nuestro interior va juntando presión y necesita decir lo que nos pasa, lo que hicimos, lo que pensamos, lo que sentimos?
La respuesta es que no estamos hechos para estar solos e incomunicados. Sólo funcionamos bien cuando podemos compartir, tanto lo bueno como lo malo.
El famoso rey David tuvo que ocultar durante un tiempo un gran error que había cometido, que incluía engaño, adulterio y hasta asesinato. Así nos cuenta cómo vivió esa horrible experiencia: "Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano". Cuando uno calla, emprende una lucha solitaria contra el dolor, la culpa y los recuerdos… es una batalla que nunca se gana.
Dios nos da la oportunidad de acercarnos a Él tal como somos, para que nos expresemos con sinceridad total. Y nos ofrece mucho más que escucharnos:
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
El único que con toda razón puede acusarnos y condenarnos, nos otorga el perdón. Un perdón que tiene como sola condición el arrepentimiento sincero y la fe en Jesús, ya que el pagó en la cruz la condena que nosotros deberíamos recibir por nuestras faltas. Por eso es un perdón total que no caduca pues no tiene “cláusulas de vencimiento”.
Y no sólo nos perdona, también nos limpia. Esa limpieza quiere abarcar nuestra culpa, nuestro dolor y nuestras fuerzas debilitadas. Es un perdón que sana nuestro interior.
Si reconoces que es tiempo de expresarte sinceramente delante de Dios, no lo dejes pasar y házlo ahora mismo. Puedes decir cosas parecidas a estas:
Dios, gracias por escucharme y gracias porque Jesús pagó por mis culpas..
Quiero reconocer que yo hice…, yo pensé…, yo deseé…
Perdóname por cada una de estas cosas que me hacen sentir… (culpable, triste, deprimido, sin fuerzas, enojado…).
Te pido que limpies y sanes mi interior.
Escrituras
Acerca de este Plan

Nuestros pensamientos, sentimientos, deseos y decisiones son los que marcan el rumbo de nuestra vida: si son buenos, tendremos un buen rumbo; si están enfermos o defectuosos, así sera también nuestro vivir. Te propongo descubrir los consejos bíblicos que Dios nos deja para tener verdadera salud en nuestra mente y corazón. Apto para cualquier persona con necesidad espiritual.
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Nos gustaría agradecer a Pablo Sparta por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/pablosparta
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