Día Global de Oración Universitaria: Guía de Oración de 40 DíasMuestra

Día 3: De “Cualquier Cosa” a “Todo”

“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.".
— Marcos 9:23

Un padre desesperado llevó a su hijo atormentado por demonios a Jesús. El espíritu demoníaco hizo que el niño sufriera convulsiones —fue lanzado al fuego y al agua— en un intento de destruirlo. Podemos escuchar el dolor en la voz del padre mientras suplica: “Si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos” (Marcos 9:22). Había probado de todo, agotado todos sus recursos, y ahora se encontraba en el límite de la esperanza, atreverse a pedir cualquier cosa que pudiera ofrecer alivio. Jesús respondió con una corrección simple pero profunda: “Todo es posible para el que cree.”

Este intercambio marca un cambio crucial: pasa de “cualquier cosa” a “todo.” La súplica inicial del padre, “si puedes hacer algo,” refleja una visión limitada de quién es Jesús y lo que puede hacer. Quizás el padre esperaba que Jesús ofreciera un pequeño alivio, justo lo suficiente para disminuir el sufrimiento de su hijo. Pero Jesús redirige la atención del padre, instándole a creer no en “cualquier cosa” que Jesús pudiera hacer, sino en “todo” lo que Él es capaz de hacer.

Nuestras vidas espirituales pueden reflejar esta historia. A veces nos acercamos a Jesús con fe parcial, pidiéndole que haga algo, lo que sea, que nos ayude a salir adelante: un poco de paz en un momento difícil, algo de ánimo cuando estamos cansados, o solo lo justo para salir adelante. Estas oraciones no son erróneas, pero revelan los límites que a veces imponemos a nuestra fe. Creemos que Jesús puede ayudarnos, pero ¿realmente creemos que tiene el poder de transformar?

Jesús nos llama a ampliar nuestra visión de Él. No quiere que lo busquemos solo para obtener pequeños milagros aislados; quiere que creamos en su poder ilimitado, abrazando la verdad de que “todo es posible” mediante la fe. Esto significa pasar de ver a Jesús como nuestro último recurso a reconocerlo como la fuente de toda transformación y restauración.

Este cambio requiere que dejemos de lado nuestra perspectiva limitada, la cual a menudo restringe lo que pensamos que Dios puede o hará en nuestras vidas. El padre en Marcos 9 comenzó con dudas, pero eligió avanzar con una fe mínima, exclamando, “Creo; ayuda mi incredulidad.”. Fue suficiente para Jesús, quien expulsó al demonio y sanó al niño por completo. La visión limitada del padre sobre “cualquier cosa” se transformó en un encuentro con el “todo” el poder de Jesús.

Permítamos que Jesús desafíe nuestra visión limitada, que expanda nuestra fe más allá de lo que podemos controlar o predecir, y que abracemos en totalidad su poder. Cuando realmente veamos a Jesús como es—ilimitado, compasivo y fiel—podremos pasar de pedir migajas de ayuda a creer en su abundante capacidad para transformar todo.

PUNTOS DE ORACIÓN:

• Pídele a Jesús que te ayude a superar tu incredulidad.
• Ora para que Jesús abra tus ojos y te permita verlo como Él es realmente.
• Declara al Señor: “No quiero conformarme a nada; quiero creer en Todo de Ti".

Por Jon Tyson (Jon emigró de Adelaide, Australia, a los Estados Unidos y ahora sirve como pastor principal de Church of the City New York)