Día Global de Oración Universitaria: Guía de Oración de 40 DíasMuestra

Día 7: ¿Realmente Conoces a Dios?

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.”
— Mateo 5:6

En nuestro caminar espiritual, a menudo acumulamos vasto conocimiento acerca de Dios a través de sermones, estudios bíblicos y lecturas personales. Pero persiste una pregunta profunda: ¿realmente lo conocemos? Es una cosa conocer a Dios intelectualmente, es decir, comprender Sus obras y atributos, y es algo totalmente distinto experimentar Su presencia, caminar con Él, oír Su voz y reconocer Su corazón para con nosotros. El saber acerca de Dios puede llenarnos de información, pero dejarnos vacíos de intimidad.

Ésta es la situación en la que muchos se encuentran hoy: espiritualmente informados, pero relacionalmente distantes. Dios nos invita a algo mucho mayor, nos llama a ir más allá del conocimiento para entrar en la intimidad. Él desea que pasemos de conocer acerca de Él a conocerlo de verdad —personal, profunda y genuinamente.

El mundo está lleno de personas espiritualmente hambrientas, que buscan constantemente algo que satisfaga su anhelo interior. Algunas se vuelcan hacia carreras, relaciones o incluso la religión, pensando que eso les dará plenitud. Sin embargo, aún se sienten vacíos. Irónicamente, muchos buscan satisfacción en cualquier lugar menos en una relación con Dios.

Dios no se siente atraído por el conocimiento intelectual o por una religión superficial. Se siente atraído por el hambre. A lo largo de la historia, Él ha derramado Su Espíritu y ha traído avivamiento en lugares donde las personas tenían sed genuina de Él. Dios busca a aquellos que lo persiguen con un anhelo intenso e inextinguible, un hambre que únicamente puede ser satisfecha en Su presencia. Su Espíritu no puede ser forzado, pero puede ser bienvenido en aquellos corazones que lo buscan apasionadamente. Este hambre de Dios no solo atrae Su presencia, sino que nos transforma y, a través de nosotros, transforma el mundo a nuestro alrededor.

Tómate un momento hoy para examinar tu corazón. ¿Estás buscando conocer a Dios de manera personal o simplemente te conformas con saber acerca de Él? Pregúntate a ti mismo dónde has estado tratando de satisfacer tu hambre espiritual con soluciones temporales. El verdadero hambre por Dios no es solo una emoción pasajera, sino un anhelo profundo y persistente que nos impulsa a acercarnos a Él cada día. Ora para que se encienda en tu corazón ese hambre y comprométete a buscar a Dios con una pasión fresca y constante, que vaya más allá de la rutina y abrace la intimidad.

Oración de ejemplo:
“Señor, quiero conocerte no sólo desde lo intelectual. Despierta en mí un hambre profunda e inextinguible por Tu presencia. Enséñame a buscarte, a conocerte y a experimentar Tu corazón. Perdóname por haber buscado satisfacción en otros lugares. Que mi vida sea un lugar donde Tu Espíritu sea bienvenido, y que mi corazón clame cada día por tener más de Ti. Amén.”

PUNTOS DE ORACIÓN:

• Ora para que en los corazones de los cristianos nazca un hambre y sed profundos que los impulse a tener una relación verdadera con Dios.
• Pide a Dios que despierte en nosotros un anhelo por la intimidad que supere el conocimiento superficial, conduciendo a una transformación genuina.
• Clama por un movimiento del Espíritu de Dios que suavice incluso los corazones más endurecidos, declarando: “¡Hay un Dios!”

Por Tiago Suguihara (Tiago es el pastor principal de la Relevans Church en São Paulo, Brasil.)