Día Global de Oración Universitaria: Guía de Oración de 40 DíasMuestra

Día 4: No Hay Avivamiento Sin Gente Revivida

“¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?”
– Salmo 85:6

¿Qué es un avivamiento? Investigamos cómo se ha manifestado históricamente, aprendimos de su dinámica, oramos sobre ello y tratamos de definirlo de manera que fuera útil para nuestro movimiento. Tras nueve meses, llegamos a esta definición:

Un período de avances revolucionarios
en palabra, acción y poder,
que inaugura una nueva normalidad
de experiencia y fecundidad del Reino.

Es algo interno y externo.

Nuestras almas pueden estar avivadas, pero deben derramarse hacia una misión. Produce fruto. No está destinado únicamente a conectar con almas de manera individual, sino que el verdadero avivamiento también transforma nuestras relaciones, nuestras comunidades y nuestras sociedades. Se derrama al mundo. Realmente debe crear una nueva normalidad, no solo en nosotros, sino a nuestro alrededor: una nueva normalidad que sea buena y justa.

También algo personal. Los avivamientos no son momentos aislados, sino movimientos, y aunque a menudo empiezan en el alma de alguien. Los profesores de seminario Malcolm McDow y Alvin Reid lo expresaron de esta manera:

“Los avivamientos siempre comienzan con encuentros personales con Dios y se expanden en círculos concéntricos hasta su conclusión… Avivamiento siempre comienza con aquella persona o pocas personas que son serias en su relación con Dios, que son encendidas por Él, y de quienes otros pueden ser inflamados.”

Es un patrón tan evidente que podemos afirmar con confianza: ningún avivamiento en la historia comenzó sin gente reavivada. En un sentido muy real, el avivamiento empieza en el interior de alguien o de un grupo de personas. El evangelista de principios del siglo XX, Rodney “Gypsy” Smith, fue una vez preguntado cómo se inicia un avivamiento. Respondió:

“Vete a casa. Enciérrate en tu habitación. Arrodíllate en medio del piso y con un pedazo de tiza dibuja un círculo a tu alrededor. Allí, de rodillas, ora fervientemente y con un corazón quebrantado para que Dios inicie un avivamiento dentro de ese círculo de tiza”.

No podemos ignorar la experiencia personal del avivamiento. Es como una semilla. Comienza pequeña y casi imperceptible en el suelo de un corazón desesperado, pero también puede escalar hasta convertirse en un movimiento popular que extiende sus ramas lo suficiente como para ofrecer refugio a comunidades e incluso naciones enteras.

¿Le pedirás a Dios que inicie un avivamiento en tu corazón?

PUNTOS DE ORACIÓN:

• Pídele a Dios que te muestre cómo iniciar un avivamiento en tu propio corazón.
• Ora para que tu avivamiento personal sea un catalizador para el avivamiento en aquellos que te rodean.
• Pide a Dios que ese avivamiento personal se extienda en llamas de avivamiento en tu comunidad.

(Extractos de Longing for Revival: From Holy Discontent to Breakthrough Faith, InterVarsity Press, 2020, por James Choung y Ryan Pfeiffer.)

Por James Choung (James es el vicepresidente de estrategia e innovación de InterVarsity USA y vive en el área de Los Ángeles junto a su esposa y tres hijos.)