Amando a Dios Con La MenteMuestra

"Dios redime a los pensadores pecadores"

El Antiguo Testamento declara que adquirir el conocimiento de Dios es de vital importancia. Conocer al Señor es la clave para entender todo en la creación, incluyéndonos a nosotros mismos. De hecho, el conocimiento de Dios es el objeto de las frases verbales "sabrá", "podría saber", y "puede saber" al menos 114 veces en el Antiguo Testamento. En Ezequiel la expresión "sabed que yo soy el Señor" aparece unas 80 veces.

Entender lo que Dios revela acerca de sí mismo es similar a obtener una visión clara desde un punto muy alto. A partir de ahí, se descubre el aliento y la belleza del mundo. Uno puede navegar mejor por el terreno, por así decirlo, con menos esfuerzo y peligro. En este sentido, conocer a Dios es una brújula o un hito eterno que guía nuestro camino.

Pero, como sabemos por la Biblia, estamos perdidos intelectualmente a causa del pecado. Ya no subimos a la montaña para tener una mejor vista. Nuestras mentes están torcidas por la locura pecaminosa de Adán y Eva con la serpiente. Luchamos con un caballo de Troya en nuestro interior, que busca distorsionar nuestra percepción de nosotros mismos y embotar nuestra comprensión de la realidad. Estamos sujetos a un aluvión continuo de perspectivas desviadas de nuestras culturas.

Esta es la razón por la que Juan Calvino escribió: "Es cierto que el hombre nunca logra un conocimiento claro de sí mismo a menos que primero haya mirado el rostro de Dios, y luego descienda de contemplarlo a examinarse a sí mismo".

Afortunadamente, Dios proporciona toda la guía que necesitamos. Intelectualmente hablando, la Biblia proporciona una Estrella Polar, para que sepamos cómo orientarnos. Por medio de las Escrituras, poseemos un Sistema de Posicionamiento Global, que proporciona un camino a nuestro destino. También poseemos un giroscopio en la palabra de Dios para mantener el equilibrio en medio de la turbulencia y la incertidumbre en esta vida.

¡Gracias a Dios que redime a los pensadores pecadores como nosotros!

Oración para memorizar y meditar: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino" (Salmo 119:105 LBLA).

Por Dr. Richard L. Smith