Amando a Dios Con La MenteMuestra

"Creo para poder entender"

Es bien sabido que la gran prueba de Anselmo de la existencia de Dios, el Proslogion, fue el resultado de un prolongado proceso de perplejidad y lucha. Considera estos extractos:

¿Qué hará tu siervo, atormentado por el amor hacia ti y, sin embargo, desechado "lejos de tu rostro"?; Fui hecho para verte, y aún no he cumplido aquello para lo que fui hecho. ¡Cuán miserable es la suerte del hombre cuando ha perdido aquello para lo que fue hecho! ¡Oh, cuán cruel y dura fue la Caída!

Enséñame a buscarte, y a revelarte a mí como yo busco, porque ni puedo buscarte si Tú no me enseñas cómo, ni encontrarte si no te revelas.

No intento, Señor, alcanzar tus elevadas alturas, porque mi entendimiento no está a la altura de ellas. Pero sí deseo entender un poco Tu verdad, esa verdad que mi corazón cree y ama. Porque no busco entender para creer; pero creo para poder entender.

El dicho de Anselmo: "Creo para poder entender", se asocia con otra expresión, "la fe busca el entendimiento". Ambos refranes señalan el papel básico de la fe en cómo y qué pensamos.

¿Por qué? Porque los seres humanos están hechos a imagen de Dios, creados para relacionarse con nuestro creador y gobernar sobre su creación. Dios hizo a las criaturas que creen y piensan.

Por lo tanto, como Anselmo, debemos desear entenderlo todo sobre la presunción de la fe. "Creo para poder entender" debe servir como nuestra base mental.

Oración para memorizar y meditar: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos—declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos" (Isaías 55:8–9 LBLA).

Por Dr. Richard L. Smith