Ester - Para Este Tiempo Has LlegadoMuestra

La sutileza del pecado

Lectura: Ester 5:12-14; Proverbios 14:22

EOAO: Proverbios 14:22

"¿No se extravían los que traman el mal? Pero misericordia y verdad alcanzarán a los que planean el bien".

En el texto

El pecado puede tener una forma sigilosa de infiltrarse en nuestras vidas, ¿no es cierto? A menudo comienza con algo pequeño: un momento de orgullo, un indicio de egoísmo. Para Amán, ese orgullo se convirtió en odio y arrogancia. En poco tiempo, quedó atrapado en una red de planes malvados, todos diseñados para promoverse a sí mismo y destruir al pueblo judío. Amán quedó tan consumido por sus propios deseos malvados que perdió de vista lo que era correcto, y sus conspiraciones se convirtieron en algo natural.

El pecado tiene una manera de colarse en nuestras vidas cuando menos lo esperamos, especialmente cuando estamos centrados en nosotros mismos. Cuando nuestros corazones están consumidos por la autopreservación o la ambición, podemos fácilmente bajar la guardia, y empezamos a justificar el comprometer nuestros valores, justificando pequeños errores en el camino. Pero Proverbios 14:22 nos recuerda que aquellos que planean el bien, que buscan lo que es correcto y agradable a Dios, encontrarán amor constante y fidelidad. Dios promete que cuando fijamos nuestros ojos en lo que es puro y verdadero, nos encontramos con su amor inquebrantable.

Querida amiga, ¿en qué parte de tu vida ves que se está produciendo este cambio sutil? Es fácil dejarse llevar por nuestros propios deseos, nuestros propios planes y, antes de que nos demos cuenta, nos hemos desviado del camino de Dios. Pero la belleza del amor de Dios es que siempre nos llama a volver a Él. Nos invita a alejarnos de las cosas que nos alejan de Su corazón y a buscar lo que es bueno, lo que es puro y lo que es agradable a Sus ojos.

Oración

Amado Jesús, perdóname por las formas en que he tratado de buscar mi propio camino, confiando en mí misma en lugar de confiar en ti. Aleja mi corazón del pecado y de los deseos egoístas, y ayúdame a centrarme en lo que es bueno y puro a tus ojos. Mantén mis ojos fijos en ti, confiando en tu amor fiel. Amén.