Ester - Para Este Tiempo Has LlegadoMuestra

Tráelo delante de Dios

Lectura: Ester 7:1-4; Filipenses 4:6

EOAO: Filipenses 4:6

"No estéis preocupados por nada, sino más bien, dad a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias".

En el texto

Ester enfrentó un momento de increíble coraje y fe cuando estuvo ante el rey, arriesgando su vida por su pueblo. Pero su confianza no provenía de su propia fuerza. Ella había preparado su corazón mediante la oración y el ayuno, poniendo su confianza en Dios. Ella sabía que su papel era simplemente obedecer y que el resultado estaba en las manos capaces de Dios.

Podemos aprender mucho del ejemplo de Ester. Cuando enfrentamos situaciones que causan ansiedad o incertidumbre, podemos llevar nuestras necesidades a Dios, tal como lo hizo Ester. Filipenses 4:6 nos recuerda que no tenemos que estar ansiosos porque tenemos un Dios que escucha. A través de la Oración, podemos poner nuestras preocupaciones a Sus pies, confiando en que Él proveerá exactamente lo que necesitamos en Su tiempo perfecto.

La clave es saber que nuestra confianza no proviene de nuestra capacidad de controlar la situación, sino de la fidelidad de Dios. Él sabe lo que necesitamos incluso antes de que se lo pidamos, y siempre está trabajando, incluso en los momentos en que no podemos verlo. Cuando confiamos a Dios nuestras preocupaciones, podemos encontrar una paz que sobrepasa todo entendimiento, sabiendo que nuestras vidas están en las manos de un Dios que nos ama más de lo que podemos imaginar.

Querida amiga, ¿hay algo que te causa ansiedad hoy? Llévaselo a Dios en oración. Confía en que Él te escucha y deja que Su paz reemplace tus pensamientos ansiosos. Él es fiel y nunca te fallará.

Oración

Querido Jesús, gracias porque escuchas mis oraciones y conoces mis necesidades incluso antes de que las diga. Ayúdame a entregarte mis pensamientos ansiosos y a confiar en que estás trabajando para mi bien. Llena mi corazón de paz mientras descanso en tu amor infalible y tu presencia constante. Gracias por estar conmigo en cada paso del camino. Amén.