Bienaventurados Los Pobres De Espíritu

Cuando me senté a planear sobre qué escribiría este año, decidí que tenía mucho sentido comenzarlo con una serie sobre Jesús. Cuando el Espíritu Santo dejó caer en mi espíritu una serie sobre las Bienaventuranzas, me sentí entusiasmada, pero al mismo tiempo aprensiva. ¿Qué provocó mi aprensión? Bueno, las Bienaventuranzas son bastante sencillas.

Tomemos por ejemplo el versículo de hoy. En pocas palabras, Dios nos bendecirá si somos pobres de espíritu (humildes). ¿Qué obtendremos a cambio? El reino de los cielos. ¿Qué significa el reino de los cielos? Bueno, de nuevo la Biblia tiene una respuesta para nosotros.

Romanos 14:17 - Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. (RVR60)

Entonces, si somos humildes, recibiremos las bendiciones de la bondad, paz y gozo en el Espiritu Santo.

Ahora, en este punto, algunas personas podrían distraerse con la bendición y entrar en debates teológicos sobre si el reino de Dios es lo mismo que el reino de los cielos. O si se trata de una bendición futura sobre la vida después de la muerte en lugar de experimentar el reino celestial de Dios en la tierra. Puede que sea bueno plantearse estas cuestiones, pero, en última instancia, probablemente sea mejor que nos centremos en ser humildes para poder recibir la bendición (sea cual sea).

Con esto en mente, lo único que nos queda por reflexionar es dónde nos falta humildad. ¿En qué áreas de nuestras vidas somos orgullosos y lo opuesto a pobres en espíritu? Una vez que hayamos identificado estas áreas, como David nuestra oración debería ser:

Salmo 51:10 - «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí» (RVR60).

Preguntas para reflexionar:¿Soy pobre de espíritu? ¿En qué áreas de mi vida necesito mostrar más humildad? ¿Hay áreas en mi vida en las que pienso que nunca puedo equivocarme o que mi manera de hacer las cosas es la mejor y la única? ¿He orado por el espíritu de humildad?