De La Desesperanza a La EsperanzaMuestra

Esperanza en la adversidad

Las plantas me enseñan muchas cosas para entender mi vida. En casa tengo una planta pachira acuática, he podido observar cómo por un lado se ven hojas nuevas y por el otro, veo del follaje que hay hojas amarillas que al paso de unos días se caen.

Al llegar a esta parte de la lectura de Juan, me permite ver cómo esto cobra sentido. Entendiéndolo así: en cualquier contexto, para que puedan surgir cosas nuevas, necesitamos que lo que está vivo, lo que rige en el momento, muera para abrir paso a lo nuevo. Jesús tenía que morir para que a través de su muerte sus discípulos y los que creyeran en Él, tuvieran Vida Eterna.

Este capítulo tiene un significado relevante porque representa el final de una misión encomendada de Dios Padre a Dios Hijo. En el cual Jesús hace una oración intercesora a Dios por nosotros los que vendremos, no fijándose en las cosas de aquí, sino poniendo su mirada en las cosas del cielo y diciendo en Juan 17:2 “Pues le has dado a tu Hijo autoridad sobre todo ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que tú le has dado”.

Reconciliación de la humanidad con Dios es de lo que se trata todo este viaje y misión de Jesús por el mundo. Darnos a ti y a mi Vida Eterna. Un regalo que ganamos por la gracia de Dios para con nosotros, y solo por conocer y aceptar a Jesucristo, al que el Padre envió a la tierra.

Venir por nosotros. Permitirnos conocerlo a Él, para que nosotros así conociéramos al Padre. Para que en el momento que lo aceptamos en nuestro corazón también lo hacíamos hacia el Padre. Sin esta intervención de Jesús y sin nosotros declarándolo nuestro Salvador y Señor, no podríamos entender a Dios y estaríamos separados de Él, no por su falta de amor hacia nosotros, sino porque estaríamos en condición de pecadores.

Juan 17:6 “Te he dado a conocer a los que me diste de este mundo”. Para que todo esto pudiera ser realidad, Jesús debía morir crucificado. Llama mi atención que al ir a la cruz esté orando por cada uno de nosotros, realizando una Oración Intercesora por sus discípulos, por ti y por mí.

Te invito a hacer una oración por ti, tus familiares y amigos que conocen y los que conocerán a Jesús.