Ten cuidado con lo que adoras

¿A quién o qué adoras? ¿Qué ocupa tu atención el tiempo suficiente como para que te obsesiones con ello? ¿Qué es lo que te apasiona? ¿A quién está dirigida tu devoción?

Es posible que hayas tenido respuestas diferentes para cada una de estas preguntas, pero la realidad es que cualquiera o cualquier cosa que ocupe todo nuestro afecto y atención es lo que adoramos. En un mundo perfecto, habríamos dicho que es Dios, pero no vivimos en una época o era así. Las distracciones son muchas. Las búsquedas son muy variadas. Las posibilidades son infinitas. Entonces, ¿cómo permanecemos leales y comprometidos en nuestra adoración al Único y Verdadero Dios?

La respuesta simple es que debemos amarlo con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Cuando lo buscamos por amor, no por deber, eso cambia por completo la forma en que lo buscamos. Cuando lo obedecemos por amor, no por obligación, cambia totalmente la condición interna de nuestro corazón. Una vez que comenzamos a crecer en nuestro amor por Él, la respuesta obvia es adorarlo. Nuestra adoración es más auténtica cuando surge del desbordamiento de nuestro amor por Él. Él nos amó primero, sí, pero cuando comenzamos a entender ese amor y su abundancia interminable, no podemos contenernos de adorarlo con todo lo que tenemos.

La adoración no es solo lo que hacemos en la iglesia acompañados de música, junto a otros seguidores de Jesús. Es nuestra vida misma ofrecida a Dios como un sacrificio. Literalmente, significa que todo lo que hacemos, desde comer, dormir, trabajar, estudiar, casarnos, ser padres, convivir, todo se convierte en adoración cuando lo traemos a Cristo como una ofrenda. Cuando Él toca estas partes aparentemente ordinarias de nuestras vidas, se convierten en una ofrenda fragante que trae gloria a Dios y bendice a todos los que nos rodean. ¿No es asombroso?

Consejo:

Piensa en todas las cosas en las que estás involucrado de manera regular. Añade también aquellas cosas que deseas hacer o que te apasionan. Lleva todo eso a Dios en oración y pídele que lo bendiga y lo use para Su gloria.