Camina con sabiduría y junto a los sabios

La Biblia personifica la sabiduría como una mujer que llama a las personas a su lado si desean vivir bien. La necedad también se describe como una mujer que invita a las personas a una vida de imprudencia y falta de sensatez. El día en que te hiciste cristiano al decidir seguir a Jesús es el mejor día de tu vida. Elegiste tomar el camino estrecho, el menos transitado, cuando elegiste a Jesús. Es una vida, como la de cualquier otra persona, con altibajos, pero tienes una ventaja cuando caminas por este camino. Es la ventaja que trae la sabiduría. Leemos en Colosenses 2:3 que en Cristo están ocultos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Así que, al acercarnos más a Cristo y crecer en nuestro conocimiento de la palabra de Dios, comenzamos a descubrir esas perlas preciosas de sabiduría que nos ayudan a vivir con propósito y fuerza en un mundo difícil.

Jesús contó una parábola sobre cómo una persona descubrió una perla de gran valor y, para poder comprarla, vendió todo lo que tenía. Claro, esto nos parece un poco extremo a nosotros, que vivimos en el siglo XXI, pero lo que Él quiso decir es que aquellos de nosotros que hemos encontrado en Jesús a nuestro Salvador y Redentor debemos buscarlo a Él y a Sus caminos para tener éxito a largo plazo. Hemos oído decir que "La vida es una maratón, no una carrera corta", y para correr esa carrera con resistencia, sin rendirnos ni perdernos, necesitaremos sabiduría y todos sus derivados: visión, discernimiento, prudencia y entendimiento.

No solo necesitamos sabiduría, también necesitamos personas sabias con quienes correr la carrera de nuestra vida. Las personas sabias son aquellas que también han puesto su esperanza y fe en Jesús y están haciendo todo lo posible por vivir de una manera que honre a Dios. Estas son las personas con las que deberías compartir tu vida, simplemente por la motivación y la fuerza que te brindarán. Serán el viento en tus velas en los días en que te sientas desmotivado. Serán el catalizador cuando no tengas energía extra. Serán quienes te sostengan cuando llores y celebren contigo cuando ganes. No puedes hacer la vida solo, sin el cuerpo de Cristo. No fuiste salvado por la sangre de Jesús para vivir en aislamiento y simplemente salir adelante. Fuiste salvado para vivir para Jesús, y para hacerlo, necesitas rodearte de otros que tengan el mismo objetivo.

Consejo:

Asegúrate de encontrar una iglesia donde puedas establecerte para madurar en amor y crecer en fe. La iglesia también te ayudará a descubrir tus dones y a aprovechar todo lo que Dios tiene para ti. Ninguna iglesia es perfecta, pero Jesús sí lo es: sigue mirándolo a Él.