Plenitud A Los Pies De JesúsMuestra

ENSEÑANZAS ACERCA DEL ADULTERIO Y DEL DIVORCIO

“Han oído el mandamiento que dice: “No cometas adulterio”.

Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.

Por lo tanto, si tu ojo —incluso tu ojo bueno— te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tíralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

Y si tu mano —incluso tu mano más fuerte— te hace pecar, córtala y tírala. Es preferible que pierdas una parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno” Mateo 5:27-30 NTV.

Conocí a un joven que lidiaba con la pornografía y la masturbación por muchos años. Un día él se reunió conmigo y cuando llegó me dijo que no tenía celular. Le pregunté qué sucedió. Me contó que leyó este pasaje y que, cansado de pecar, lanzó su celular por la ventana del bus en el que se transportaba para no ver más pornografía en él.

Creo que este es el corazón que Jesús señala que debemos tener. En relación con cualquier pecado sexual, todos condenamos la acción misma del pecado (la ley hacía lo mismo). Pero, de nuevo, el Maestro está más interesado y enfocado en nuestro corazón. Aparentemente las enseñanzas de Jesús son más difíciles que la ley. Ella enseñaba a no ser adúlteros en acción. Mas Jesús dice que sólo con mirar con pasión sexual a una mujer ya se cayó en adulterio. Lo bueno es que Él no nos pide vivir libres del pecado sin proporcionarnos Su ayuda.

“¡Y les daré un corazón nuevo, les daré intenciones nuevas y rectas, y pondré un espíritu nuevo en ustedes! ¡Les quitaré sus corazones de piedra, tercos e insensibles, y les daré nuevos corazones, llenos de amor y buenas intenciones!” Ezequiel 36:26 NBV.

La ley no puede darnos nuevos corazones. ¡Por ende, seguiríamos pecando! Pero con Jesús, quien nos regala un nuevo corazón, podemos vivir en santidad y alineados con Él aun en nuestro interior. ¿Por qué? Porque Él nos ha prometido y entregado ese nuevo corazón.

A esto Jesús se refería en su enseñanza sobre el adulterio. Él quiere que tengamos corazones fieles, santos, sin deseos sexuales pecaminosos… Y también anhela corazones que estén dispuestos a perderlo todo (ojos, manos, pies…) por vivir en santidad.

Si tú luchas con algún pecado sexual, o con cualquier pecado, deja de confesar y de enfocarte en cambiar tus acciones. Permítele a Dios examinar tu corazón y pídele que ponga en ti un nuevo corazón que ame la justicia y la verdad, que no desee lo malo, que busque vivir en santidad. Confiesa el estado de tu corazón y pídele uno nuevo. Él puede y quiere darte un nuevo corazón, que sea fiel, lleno de amor y buenas intenciones.

Ahora, hablemos del divorcio:

“Han oído la ley que dice: “Un hombre puede divorciarse de su esposa con solo darle por escrito un aviso de divorcio”.

Pero yo digo que un hombre que se divorcia de su esposa, a menos que ella le haya sido infiel, hace que ella cometa adulterio; y el que se casa con una mujer divorciada también comete adulterio” Mateo 5:31-32 NTV.

Recordemos lo que Jesús dijo al iniciar el Sermón del monte:

“No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, VINE PARA CUMPLIR SUS PROPÓSITOS” Mateo 5:17 NTV.

En Mateo 5:31-32 Jesús estaba explicando los propósitos y el pleno valor de la ley. Según la ley, había opciones para el divorcio… Según Jesús el amor NUNCA se rinde.

“El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas.

No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa.

El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia” 1 Corintios 13:4-7 NTV.

Si estás casado y tuviste pensamientos y deseos de divorciarte, quiero animarte a que comiences a amar a tu cónyuge con el amor que da el Espíritu. Sólo desde el Espíritu, puesto por el Señor en nosotros, podemos amar de la forma que indica la Biblia en 1 Corintios 13.

Si aún no estás casado, prepara tu corazón y espíritu para amar a la manera de Dios y no caer en la trampa del divorcio por amar desde la carne y el esfuerzo humano.

SI eres alguien que experimentó el divorcio, recuerda que Dios es un Dios de oportunidades y nuevos inicios. Humíllate y ora a Él para buscar Su guía y Su corazón y así sabrás qué debes hacer para vivir bienaventurado.

ORACIÓN

• Para que constantemente le pidamos al Señor que nos enseñe a amar y a perdonar como Él lo hace todos los días.