Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 83 DE 365

Sigue orando, Dios hará lo demás

“Esto dice el rey... de Asiria: “¿Qué les hace pensar que su Dios puede librarlos de mí?... Ningún dios de ninguna nación... ha sido capaz de librar a su pueblo de mí... ¡Mucho menos podrá su Dios librarlos a ustedes de mi poder!, 2º Crónicas 32:10-15 (NTV).

Si el rey de Asiria tenía tanto poder, ¿por qué no tomaba la ciudad? Hoy en día, ¿por qué el diablo no lleva a cabo sus malvados planes? ¡Porque no tiene la autoridad para hacerlo! El diablo no podrá tomar nada que te pertenezca, a menos que le des la autoridad mediante el pecado. No escuches sus mentiras y no permitas que te intimide. Si confías en Dios, el enemigo no tendrá ninguna posibilidad contigo.

Después de fracasar dos veces, Ezequías tomó la decisión correcta: buscó la ayuda de Dios. “Entonces el rey Ezequías y el profeta Isaías... clamaron en oración al Dios del cielo”, 2º Crónicas 32:20 (NTV).

Ezequías buscó un compañero de oración que tuviera influencia delante de Dios y, puestos de acuerdo, golpearon las puertas del cielo. “Entonces el SEÑOR envió a un ángel que destruyó al ejército asirio...”, 2º Crónicas 32:21-22 (NTV). ¡Qué fácil resulta todo cuando Dios es nuestra ÚNICA opción! El gran problema es que Dios suele ser nuestra ÚLTIMA, en vez de ser nuestra ÚNICA opción. Mientras Ezequías se apoyaba en el consejo de sus funcionarios, también confiaba en Dios pues dijo: “No tengan miedo... ¡Con nosotros está el Señor...!”, 2º Crónicas 32:7-8 (NTV). Sin embargo DIOS NO LO AYUDÓ. Podrías declarar las más lindas palabras acerca de Dios y darte ánimo recitando de memoria las promesas bíblicas, pero si DIOS no se convierte en tu ÚNICA estrategia para enfrentar los problemas, Dios no te ayudará.

Ezequías aprendió que:

1. Cuando nos apoyamos en Dios como nuestra ÚNICA alternativa el enemigo no tiene posibilidades.

2. Cuando Dios interviene se logra más en un día de lo que se hubiese logrado en un año o incluso en toda una vida.

3. Los colegios, los libros o el consejo de un amigo no pueden hacer por nosotros lo que sí hace la oración.

4. Cuando trabajamos, trabajamos. Cuando oramos, Dios obra.

5. Los mejores amigos que jamás tendremos son los que hacemos en el aposento alto.

¿Tienes ya tu compañero de oración? Ahora conoces el gran valor de la oración: es preciosa sobre todo precio. Por lo tanto; ¡nunca la descuides! ¡Sigue orando, sigue confiando y Dios hará lo demás!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/