Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 78 DE 365

Corazón en llamas

Finees es como yo: no permite que se adore a otros dioses en lugar mío... Él demostró que me quiere... por esa razón, hoy hago un trato especial con él y con sus descendientes: ellos serán siempre mis sacerdotes’, Números 25:11-12 (TLA).

Moisés y Finees estaban de duelo por las 24.000 personas que murieron, lamentándose por la escandalosa combinación de pecado sexual e idolatría en la que había incurrido el pueblo de Israel. De repente, un descarado israelita hace alarde de su pecado llevándose a una mujer extranjera a su carpa. Frente a esta situación desesperada Finees toma una medida extrema, ajusticiando con su lanza tanto al hombre como a la mujer. Hay momentos en los que la indulgencia hacia el pecado se convierte en deslealtad a Dios. La acción de Finees salvó a toda la congregación, glorificó a Dios en medio de su pueblo y desbarató completamente los planes del enemigo. Su intolerancia e intransigencia con el pecado y su deseo de hacerle un bien al pueblo del Señor mereció el galardón de Dios. ¡El pecado debería molestarnos en extremo porque tiene el poder de alejarnos de Dios!

Finees lloró y oró por el pueblo. La pasión y el fervor de una persona por Dios y su causa nacen de la intimidad con Él. Las oraciones de utilería, formales y religiosas; las oraciones superficiales, frías y sin lágrimas no producen resultados. Finees nos señala el remedio bíblico cuando pasamos por una abrumadora necesidad: orar, ayunar y llorar delante de Dios. ¡Qué poco recurrimos a este salvoconducto! Sin embargo, los grandes hombres de Dios hacían uso de la oración. Todo creyente hace oraciones, pero no todo creyente está dedicado a la oración. Los discípulos de Jesús hacían oraciones, pero después de la ascensión se dedicaron a la oración.

Las personas que oran se acuerdan de Dios cuando tienen una necesidad; las dedicadas a la oración ansían una vida en la presencia de Dios. Finees conquistó el corazón de Dios porque tuvo un corazón ardiente por el Señor. ¿Dónde están los que quieren vivir apasionados por Dios? ¿Dónde están los que hacen ese tipo de oraciones que conquistan el corazón del Señor? Oraciones que no escatiman nada y salen de un interior encendido. Oraciones que transforman todo lo conocido. ¡No podemos permitirnos la tibieza! ¡Que nuestros corazones ardan por su presencia!

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/