Una vida de intimidad con DiosMuestra

Colaboradores de Dios

“...Somos colaboradores al servicio de Dios...”, 1ª Corintios 3:9 (NVI).

El Espíritu Santo debería ser el pastor de nuestras vidas e iglesia. Él no ha delegado esa responsabilidad en ningún ser humano. Si usurpamos su lugar lo pagaremos muy caro. Fue el Espíritu Santo quien llamó y envió a Pablo y Bernabé a las misiones, Hechos 13. “Llamados”, “enviados” y “llenos del Espíritu Santo” es una combinación sobrenatural con resultados sobrenaturales, Hechos 13:49. Las personas podrán ser atraídas por bonitos programas eclesiásticos, pero no manifestarán cambios. La clave es el Espíritu Santo, por lo tanto, tengamos cuidado con ofenderlo. La Biblia dice que podemos:

1. Contristarlo: “No hagan poner triste al Espíritu Santo...”, Efesios 4:30, (PDT).

2. Apagarlo: “No apaguen el fuego del Espíritu Santo”, 1ª Tesalonicenses 5:19, DHH. Apagar el fuego significa sofocarlo, extinguirlo. La orden es no atenuar la llama del Espíritu Santo. En la época en que Elí y sus hijos eran irreverentes con Dios la llama de Su Presencia disminuyó gradualmente hasta que un día se apagó,1º Samuel 4:21.

3. Alejarlo: “¿Ves los pecados detestables que cometen los israelitas para sacarme de mi templo?...”, Ezequiel 8:6 (NTV). No existe peor cosa que ver a Dios emprender la retirada a consecuencia de la rebeldía del hombre. Los capítulos 8 al 11 del libro de Ezequiel muestran claramente que Dios puede ser echado de un lugar, incluso, de su propio templo.¿Recuerdas qué le sucedió a Saúl después de pecar una y otra vez? ¡El Espíritu Santo se apartó de Él!, 1ª Samuel 16:14.

Cuando las personas se alejan de Dios, Dios se aleja de ellas: “El SEÑOR estará con ustedes, siempre y cuando ustedes estén con él. Si lo buscan, él dejará que ustedes lo hallen; pero si lo abandonan, él los abandonará”, 2º Crónicas 15:2 (NVI). Si tú no te interesas en Dios y en sus intereses, ¿por qué razón crees que Él debería interesarse en ti y en tus intereses? ¿Estamos haciendo lo que corresponde para atraer Su poderosa Presencia? Bríndale al Señor un ambiente de honra y Él siempre estará contigo. Si lo buscas Él acudirá a la cita y, sin lugar a dudas, vivirás el mejor tiempo de tu vida.

“Espíritu Santo, ayúdame a crear un ambiente de honra y respeto donde puedas manifestarte con todo tu esplendor y poder. Que tu Presencia provoque en mi vida, familia, ministerio y nación el más grande avivamiento de la historia. En el nombre de Jesús. Amén”.