Una vida de intimidad con DiosMuestra

Activa la bendición en tu familia

“...Noé entró en su barco y llegó el diluvio y destruyó a todos... la mañana en que Lot salió de Sodoma... llovió del cielo fuego... y destruyó a todos...”, Lucas 17:26-29 (NTV).

Jesús utilizó dos eventos del A. T. para referirse posiblemente al arrebatamiento de la iglesia. El primero fue el diluvio. No hubo juicio “hasta el momento en que Noé entró en su barco...”, Lucas 17:27 (NTV). Y luego habló del juicio a Sodoma. Y dijo que no hubo fuego hasta “la mañana en que Lot salió de Sodoma”, Lucas 17:29 (NTV). Finalmente aseguró que sería igual cuando Él regresara.Así como Dios libró a Noé del diluvio y a Lot del fuego también librará a su pueblo del juicio de la gran tribulación. Para ser preservados del desastre que viene a este mundo debemos ‘subir’ nuestra familia al arca. Y nuestra arca de salvación es Cristo: “...Jesús... puede salvar... para siempre... a los que vienen a Dios por medio de él...”, Hebreos 7:24-25 (NTV). Dios le ordenó a la familia de Noé entrar en la barca y, luego cerró la puerta. Lo único que les quedaba era una ventana en lo alto para mirar hacia el cielo. Sí, hacia la morada eterna de Aquel que había condenado al mundo, pero que los había salvado a ellos al mismo tiempo, Génesis 6:16. “Y Jehová le cerró la puerta”, Génesis 7:16. Noé y su familia estaban seguros en el arca porque Dios guardaba la puerta. Jesús dijo: “Yo soy la puerta... cualquiera que entre por esta puerta, se salvará...”, Juan 10:9 (TLA). La puerta a la salvación todavía está abierta y nadie sabe por cuánto tiempo. Impulsa a tu familia a entrar en el arca de la salvación por la puerta que es Cristo. Busquen a Dios “mientras aún haya tiempo, para que no se ahoguen en las desbordantes aguas del juicio”, Salmo 32:6 (NTV). Es imperioso pasar por esa puerta y estar del lado correcto, antes de que se cierre y comience el juicio final. Aprovecha la oportunidad. Hoy en día Dios se ocupa de reconciliar, más tarde se ocupará de administrar justicia. Hoy es todo es gracia; mañana será toda ira. Ahora estamos en presencia de la misericordia, pero sobre nuestras cabezas es inminente la ira venidera. Camina mirando al cielo. Vive pensando en la eternidad. Edifica tu familia sobre la permanencia de lo eterno.