Una vida de intimidad con DiosMuestra

Para cambiar tu vida cambia tus prioridades
“Busquen primero el reino de Dios y hacer su voluntad, y... Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten...”, Mateo 6:33 (BDA2010, TLA).
¡Dios suplirá nuestras necesidades siempre que coloquemos sus intereses por encima de los nuestros! Relegar a Dios es tan malo como renegar de Él. Postergar los asuntos espirituales y eternos en provecho de los temporales y pasajeros es un mal negocio.
¿Recuerdas qué hicieron los primeros creyentes, después de ser amenazados de muerte por predicar a Cristo? Se reunieron para orar. “...Dios nuestro mira cómo nos han amenazado. Ayúdanos a no tener miedo de hablar de ti ante nadie...”, Hechos 4:29 (TLA). Observa la oración. No pidieron protección ni venganza para sus enemigos; solo valor para seguir predicando. Complacido con la oración, el Señor hizo temblar el lugar donde estaban reunidos “...y todos... quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos hablaban sin temor acerca de Jesús”, Hechos 4:31 (TLA). Tan solo imagina lo que habría sucedido si aquellos primeros cristianos hubieran obedecido la orden del tribunal supremo. ¡No hubiésemos conocido a Jesús! De la misma manera el futuro del mundo depende de los esfuerzos que hagamos para que el evangelio sea difundido. Por otra parte, aquella primera iglesia nos enseña el camino a la victoria: ni la discusión ni los argumentos, pero sí la oración.
Cuando somos intimidados y callamos para no ser rechazados o, simplemente somos indiferentes a la necesidad espiritual de los demás estamos obedeciendo la orden del Sanedrín. ¿Debemos respetar la voluntad de quienes no quieren que Cristo sea predicado? ¿Obedeceremos a quienes nos ordenan callar? Es cierto que Jesús nos enseñó a respetar a las autoridades, Mateo 22:21. Incluso el apóstol Pablo enfatizó esta enseñanza. Él dijo: “Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno...”, Romanos 13:1 (NTV); Tito 3:1; 1ª Pedro 2:13. Sin embargo, cuando una orden humana contradice una ley divina debemos escoger obedecer a Dios. Esto fue lo que hicieron los apóstoles: “¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él?... Tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana”, Hechos 4:19 y 5:29 (NTV). Los creyentes no dejaron de predicar y Dios no dejó de bendecirlos. Entonces, queda claro que la bendición llega cuando Dios se convierte en el centro de nuestra vida. “Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante... así nunca te faltará ni comida ni bebida”, Proverbios 3:9-10 (TLA).
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/
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