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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 224 DE 365

El peor negocio de la vida

¿Cuál es el peor negocio de la vida? La desobediencia. Saúl desobedeció muchas veces antes de que Dios lo abandonara. Lo más llamativo es que durante todo ese tiempo él creía tener una buena relación con Dios. Se lo ve levantando altares de adoración, consultando al Señor y ofreciendo sacrificios como si nada hubiera sucedido, 1º Samuel 14:35-37; 15:21-30. Aunque Saúl estaba convencido de su espiritualidad, Dios ya no lo escuchaba: “Saúl le preguntó a Dios: — ¿Debemos perseguir a los filisteos?... Pero Dios no respondió...”, 1º Samuel 14:37 (NTV). Dios no le respondía porque Saúl era un desobediente a repetición. No solo que el cielo estaba cerrado, aquí en la tierra no había bendición. Saúl estaba loco por su rebeldía, 1º Samuel 28. Pecar y practicar el pecado son dos cosas muy diferentes. “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado...”, 1ª Juan 5:18.El que practica el pecado es del diablo...”, 1ª Juan 3:8 (NVI). Y luego el apóstol Juan sentencia: “Uno puede saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo. El que vive en pecado... demuestra no pertenecer a la familia de Dios, 1ª Juan 3:10 (NT-BAD).

¡Cuidado! Podríamos ser engañados como lo fue Saúl. Muchos ‘cristianos’ viven en pecado y creen tener una buena relación con Dios porque sirven, predican, son músicos exitosos, oran, leen la Biblia y evangelizan. ¡Y cómo se ofenden cuando pones en tela de juicio su espiritualidad! A esas personas es necesario preguntarles: ¿cómo armonizan la creencia de que tienen una buena relación con Dios y lo que la Biblia dice: “el que practica el pecado es del diablo” (1ª Juan 3:8) o “el que vive en pecado demuestra no pertenecer a la familia de Dios” (1ª Juan 3:10)? Hoy es una muy buena ocasión para reflexionar acerca de nuestra salvación. ¿Hemos experimentado verdaderamente un encuentro con Jesús? ¿El Señor ejerce el gobierno de nuestra vida? La única prueba inequívoca de que el amor de una persona por Cristo va en aumento es su alejamiento del pecado y su acercamiento a la presencia santa del Señor.

Las personas temerosas de Dios estorban el pecado de sus propias vidas, y lo hacen rápidamente. Saben que Dios no puede quedarse en un lugar donde el pecado sea tolerado o protegido. Si quieres a Dios y su bendición no permitas que el pecado viva un instante más en tu corazón.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/