Una vida de intimidad con DiosMuestra

Maneras incorrectas de orar II
Veamos otras maneras incorrectas de orar:
1. Orar sin agradecer. “Vayamos a su encuentro con acción de gracias...”, Salmo 95:2 (Castillian). Así como somos rápidos para pedir deberíamos serlo para agradecer. ¡Reconoce cada una de las bendiciones recibidas! No subestimes el haberte levantado con vida hoy. Ropa, comida, techo y descanso son grandes fortunas. ¿Y qué decir de tener una iglesia a la cual asistir, una Biblia para leer o la oportunidad de adorar a Dios sin persecuciones? Repasa tus bendiciones y no te olvides de enviar un ‘acuse de recibo’ al cielo, a través de una oración de gratitud.
2. Orar sin tener en cuenta los intereses de Dios. “...Piden y no reciben, porque piden mal... piden con la... intención de malgastarlo en sus propios caprichos”, Santiago 4:3 (BDA2010 y BLPH). Jesús nos enseñó a orar por los intereses de Dios en primer lugar,Lucas 11:2. Y, ¿cuáles son sus intereses? Su gloria, su iglesia y la extensión de su reino. ¡El que ora por todo esto ora bien!
3. Orar sin tener en cuenta la voluntad de Dios. “...Él nos escuchará cuando le pidamos algo que esté de acuerdo con su voluntad”, 1ª Juan 5:14 (NT-BAD). Y, cuando no conozcamos su voluntad para una situación específica pidámosle al Espíritu Santo que nos la revele. Pidamos conforme a su voluntad, pero también oremos para que se haga su voluntad: “...Hágase tu voluntad... en la tierra”, Lucas 11:2. Jesús buscó siempre estar en el centro de la voluntad del Padre: “...Padre... si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad”, Mateo 26:42 (BAD). En otras palabras: “si lo que voy a pedir no es tu voluntad no me lo concedas”. Muchas personas están obsesionadas con obtener una ciudadanía, lograr una carrera, hacerse de un nombre, iniciar un negocio, formar una pareja, cambiar de trabajo o vivir en un país diferente. Pero, ¿quién puede saber si realmente eso es lo mejor o si es el tiempo propicio para tenerlas? Ya que “no somos capaces de planear nuestro propio destino” (Jeremías 10:23, NTV), ¿no sería mejor dejar que Dios lo haga? “Nadie sabe cuál será su futuro; por eso debemos dejar que Dios dirija nuestra vida”, Proverbios 20:24 (TLA). La mejor manera de orar es pedirle a Dios “hágase tu voluntad” (Mateo 6:10) y que prevalezcan sus planes y no los nuestros. De esta manera honraremos a Dios y, además estaremos haciendo lo mejor para nosotros mismos.
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/