Una vida de intimidad con DiosMuestra

Experimenta el poder de la cruz
La cruz expresa amor: “...El amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo”, Juan 1:17 (NTV). “Miren con cuánto amornos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!...”, 1ª Juan 3:1 (NTV). No olvides que por Cristo ERES HIJO, ERES AMADO y ERES BENDECIDO.
La cruz es perdón: “Hermanos...por medio de este hombre Jesús, ustedes tienen el perdón de sus pecados”, Hechos 13:38 (NTV).
La cruz comunica salvación: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”, Hechos 4:12.
La cruz simboliza sacrificio: “...Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros...”, Romanos 8:32 (NTV). “Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”, Juan 3:16 (PDT). El amor de Dios se tradujo en una acción. El amor lo impulsó a dar y dar lo mejor. “No puedes amar profundamente y ser un dador tacaño”, Wayne Myrs. ¿Qué es lo mejor que podríamos dar? Lo más precioso es Jesús. Nuestra fe en Él es lo más valioso, por lo tanto, compartámosla. Dios nos envió para bendecir a otros. Dios es nuestro ejemplo. Él dio sacrificialmente motivado por el amor.
La cruz representa un recordatorio del maravilloso regalo que Cristo es para toda la humanidad: “Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo para que tengamos vida eterna... Envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados”, 1ª Juan 4:9-10 (NTV). “Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores”, Romanos 5:8 (NTV).
Como verás, la verdadera creencia bíblica requiere acción: “... ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?... La fe sin buenas acciones está muerta”, Santiago 2:20 y 26 (NTV). La creencia de que Cristo murió para que nosotros pudiéramos vivir, no solo debería ponernos de rodillas sino también de pie.
“Perdón Señor por no darte lo que realmente mereces. Quiero ver mi ciudad sacudida por tu presencia. Sin embargo, jamás salgo de la comodidad para visitar a un necesitado. Quiero ver a mis amigos rendidos a tus pies, pero no dedico tiempo a interceder por ellos. Perdón por mi hipocresía, mi tibieza y falta de amor. Perdóname Señor. Amén”.
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
More
Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/