Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 154 DE 365

Tu familia en las manos de Dios

“Clama a mí en el día de la angustia; yo te libraré...”, Salmo 50:15 (VM).

Cuando se trata de conocer a Dios debemos ‘quemar las naves’. Dios no nos pide mucho, lo pide TODO. Ahora bien, darlo todo por el Señor no es incompatible con darlo todo por la familia. No se nos pide descuidar la familia para servir a Dios, pero sí no amar a la familia más de lo que amamos a Dios. He aquí dos principios bíblicos que te ayudarán a fortalecer la relación matrimonial y familiar:

1. El aposento alto. “...Perseveraban unánimes en oración... con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos, Hechos 1:14. Madre e hijos orando en el aposento alto. Y la bendición vino sobre toda la familia. Todos fueron llenos del Espíritu Santo. Nuestro anhelo es que tus bendiciones familiares no queden retenidas en el cielo. Ellas serán liberadas cuando inviertas tiempo y devoción en el desarrollo espiritual de tu familia. Oren y lean juntos la Biblia. Perseveren en las disciplinas espirituales y todos vivirán bajo cielos abiertos.

2. El acuerdo. “Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo... para pedirle algo a Dios... él se lo dará. Porque allí donde dos o tres... se reúnan en mi nombre, allí estaré yo”, Mateo 18:19-20 (TLA). El acuerdo atrae la presencia de Dios. La presencia de Dios en el matrimonio es la consecuencia del acuerdo entre los esposos. De ahí que el diablo se aprovechará de cualquier oportunidad para romper el acuerdo entre ustedes. Y, cuando se rompe la unidad, las oraciones no son escuchadas, 1ª Pedro 3:7. La palabra estorbo denota la idea de atascar, frenar o atorar una plegaria al techo, en vez de subir al cielo.

El acuerdo garantiza la respuesta a nuestras oraciones: “Si dos de ustedes... se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre...”. Una oración en unidad que dure algunos minutos puede tener más resultado que si oramos solos por largas horas. ¿Están orando juntos como matrimonio? ¡Deberían hacerlo! Tomen la decisión en acuerdo y aparten un tiempo de oración basado en adoración, cada día. Renuncien a la maldición de la división y el desacuerdo. Proclamen que, de ahora en adelante, el matrimonio, la familia y el ministerio se regirán bajo el principio del acuerdo. Muévanse en el poder de la unidad. Así darán lugar a que Dios se exprese por medio de hechos sorprendentes y sobrenaturales.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/